Fever [Harry Potter]
Página 1 de 1.
Fever [Harry Potter]
Buenos días, foristas. Estoy aquí para solicitar su ayuda con uno de mis fanfics, ya que como dice el dicho, dos pares de ojos ven mejor que uno.
Mi historia pertenece al fandom de Harry Potter, es un slash y tiene como pareja a Harry Potter y Draco Malfoy; el fanfic es post Hogwarts y sólo tiene un capítulo, es decir, es un oneshot, pero para traerlo acá y que el beteo no resultase muy largo, decidí dividirlo en dos partes.
Lo dejo directamente en este topic porque aún no está publicado, ya que no quiero publicarlo hasta estar satisfecha con el resultado .
Bien, esta es la primera parte. He tratado de no cometer errores ortográficos, así que espero no espantarlos mucho jeje.
Mi historia pertenece al fandom de Harry Potter, es un slash y tiene como pareja a Harry Potter y Draco Malfoy; el fanfic es post Hogwarts y sólo tiene un capítulo, es decir, es un oneshot, pero para traerlo acá y que el beteo no resultase muy largo, decidí dividirlo en dos partes.
Lo dejo directamente en este topic porque aún no está publicado, ya que no quiero publicarlo hasta estar satisfecha con el resultado .
- Spoiler:
- Fever
— ¡Quiero hacerlo! —Demandó Draco Malfoy, ofreciéndole a Harry una de sus miradas de ex mortífago contrito.
Harry tomó un profundo y extenuado suspiro mientras miraba el reloj digital sobre la mesa de luz. Le había costado convencer a Malfoy de meter ese aparato muggle en la casa, pero finalmente, tras largas sesiones de sexo, lo había convencido. Las agujas del reloj marcaban las dos de la mañana, hora del medicamento de Draco.
—Sabes que no se puede, la última vez casi te desmayas —contestó, frotándose la frente con una mano. Negarle algo a Draco era equivalente a una discusión, y Harry no tenía ganas de pelear en ese momento—. Estás enfermo y no debes esforzarte.
Apartó las mantas de su cuerpo, enfriándose al instante por el cambio de temperatura, y salió de la cama. Draco, aún acostado, bufó.
—Si estoy enfermo es porque a ti se te ocurrió la, oh-genialísima-idea de tener sexo en la nieve, ¿recuerdas?
A pesar del tono bajo de su voz, Draco manifestaba, al hablar, una arraigada confianza en sí mismo y una seguridad de los mil demonios, fruto, quizás, de pertenecer a una familia que había poseído dinero y poder por generaciones. Harry siempre había detestado aquel tono pomposo, pero con el correr del tiempo se había terminado acostumbrando a él.
—Sí, lo recuerdo, pero también recuerdo que nadie te amenazó de muerte para que aceptaras esa oh-genialísima-idea mía —dijo Harry, cerrándose la bata de dormir—. Es hora de tu medicamento.
Escuchó a Draco maldecir por lo bajo, pero no le pasó importancia, después de todo, siempre que llegaba la hora del remedio, Malfoy hacía las mismas pataletas, negándose a beber la poción recomendada por el medimago.
Harry caminó hasta el baño y fue directo a la repisa del lavamanos a buscar el botiquín de primeros auxilios donde tenía guardada la poción de Draco. Hermione lo había convencido de tener uno de esos botiquines por precaución, pues aunque eran magos, prevenir nunca estaba de más.
Una vez que tuvo el frasquito de poción en sus manos, guardó el botiquín en la repisa y regresó a la habitación; una recamara amplia de techos altos y con vista al jardín de la casa. Las ventanas eran grandes y estaban adornadas con cortinas de suntuoso, y recién comprado terciopelo rojo. Harry fijó sus ojos en la cama con doseles, donde Draco continuaba acostado, cubierto hasta el cuello con las colchas y con sus ojos claros ligeramente entornados, clavándose con firmeza en él.
—No voy a tomar esa porquería —resopló Draco, frunciendo despectivamente los labios.
Harry no dijo nada y sacó una cuchara de té de uno de los bolsillos de su bata, prosiguiendo luego a abrir el recipiente de la poción para verter una dosis de la misma en la cuchara.
—Abre la boca —pidió amablemente, sin apartar los ojos de la cuchara para que la poción no fuera a caérsele.
—No quiero. —Se negó Draco, convirtiendo su boca en una delgada línea.
—Lo digo en serio, abre la boca.
Una de las cejas de Draco se elevó retadoramente.
—Yo también lo digo en serio. No-quiero.
Harry sintió como la temperatura de su cuerpo comenzaba a subir ante la rabia que le causaba el hecho de que Draco se comportara de aquella manera tan infantil y caprichosa. Hacía ya una semana que Malfoy había enfermado, y desde entonces, no había noche en la que no tuvieran una discusión similar a la que estaban manteniendo en ese momento. No era que Harry no tuviera paciencia ni nada por el estilo —Merlín sabía que paciencia tenía de sobra—, sólo que su paciencia, como todo en la vida, tenía un límite, y después de una semana de estar sobrellevando los arranques de su novio a cualquier hora del día, ese límite se encontraba cada vez más cerca.
—Por favor, Draco, esta noche no —dijo Harry, sin estar seguro por completo si Malfoy se apiadaría de él o no—. Sé bueno y tómate la poción, ¿sí?
Los ojos de Draco brillaron con malicia.
—No —dijo con su voz cargada de decisión.
Por un momento, Harry tuvo que reprimir afanosamente los deseos de lanzarle el frasco y la cuchara por la cabeza a Draco. Ese mal hábito del Slytherin por llevarle la contraria en todo y complicarle hasta las cosas más sencillas, lo ponía de mal humor, y ahora se sentía decididamente irritado.
—Si no la tomas por las buenas, te inmovilizaré y te la haré tragar por las malas.
Draco le dirigió una mirada insolente, al mismo tiempo que volvía a elevar su ceja rubia.
— ¿Tú, inmovilizarme a mí? —Preguntó con sarcasmo en la voz—. ¿Y de qué manera piensas inmovilizarme? —añadió, sensualmente, mordiéndose el labio inferior.
Harry abrió la boca para decir algo, pero volvió a cerrarla, inmediatamente. Estaba cansado de tanta cháchara; eran las dos de la mañana y tenía que estar en el Departamento de Aurores a las siete. Sin duda, no podía pasar la noche en vela sólo porque Draco era un inconsciente, incapaz de pensar en alguien más que en sí mismo. Si Malfoy no se preocupaba por él, no pensaba en que Harry debía dormir bien para poder rendir en el trabajo, adecuadamente, entonces ¿por qué Harry tenía que preocuparse por Draco?
—Perfecto —dijo serenamente, al tiempo que se deshacía de la cuchara con la poción—. Si no quieres tomar el remedio, no lo tomes.
Malfoy abrió los ojos, viéndose sorprendido por el repentino cambio en Harry.
— ¿Te rindes? —preguntó con una sonrisita de triunfo brillándole en el rostro.
Harry negó con la cabeza mientras caminaba hacia el otro lado de la cama.
—Si quieres creer que me he rendido, adelante, pero te advierto una cosa, Draco; si vuelves a despertarme con un ataque de tos, te mandaré a dormir a la sala, y no podrás hacer nada para evitarlo.
Escuchó a Draco reír quedamente, como si el comentario de Harry, en lugar de alarmarlo, le causara mucha gracia.
—No te enojes, Harry. Tú no quieres hacer el amor y yo no quiero tomar la poción, estamos a mano.
Harry frunció el ceño con severidad, al tiempo que se quitaba la bata, quedando solo en pijama. A continuación, prosiguió también a quitarse las gafas y dejarlas sobre la mesa de noche.
—Si hacemos el amor, te prometo que me tomo la poción —añadido Draco en voz baja y seductora.
Harry suspiró, recobrando fuerzas. No quería gritarle a Draco, pero le resultaba realmente insultante que estuviera intentando manipularlo de esa manera. Si no tenían relaciones era única y exclusivamente por el bien de Draco, pues la última vez que se enfermó y tuvieron sexo, Malfoy terminó demasiado agotado y a punto de desmayo. Harry no quería que pasara otra vez por eso.
— ¿Y qué me dices?
Draco insistió, acariciándole el hombro por sobre la tela del pijama; pero al sentir la caricia, Harry sacudió el brazo alejándose del contacto.
— ¿Sigues enojado? —Le susurró Draco, apoyándose en un codo para mirarlo mejor.
—Quiero dormir. Tú deberías hacer lo mismo —dijo Harry en voz baja.
—Yo no quiero dormir —dijo Malfoy, lentamente.
Harry cerró los ojos con fuerza, y se encontró preguntándose hasta cuándo aguantaría antes de hechizar a Draco. La experiencia le había enseñado que su novio no era de las personas que se rendían fácilmente a la hora de alcanzar sus propósitos, por lo que sospechaba que Malfoy aún no se daría por vencido en su intento de convencerlo de acostarse con él, a cambio de tomarse la poción.
Y no se equivocó. Unos cuantos segundos más tarde, Draco volvió a zarandearlo en busca de una respuesta; era evidente que no lo dejaría dormir así como así. Diciéndose a sí mismo que no importaba, Harry procuró no dar señales de seguir despierto.
—Harry, no te duermas —dijo Draco sin dejar de sacudirlo—. Harry…
Nada. Como se había propuesto, Harry no pensaba contestar a sus llamados.
— ¡Te estoy hablando, con un demonio!
Harry tuvo que suprimir una risita de satisfacción al escuchar a Draco maldecir. Casi podía imaginarlo con el entrecejo fruncido y una mueca de indignación en el rostro, puesto que detestaba que Harry durmiera cuando él no podía o no quería hacerlo.
—No te puedes dormir —dijo Malfoy, con su voz fría y arrastrada a escasos centímetros del oído de Harry—, ¿Me estás escuchando? Sé que estás despierto.
Draco salió entonces de la cama, y Harry pudo escucharlo caminar descalzo por la habitación. Estuvo tentado en gritarle que se calzara, pero se contuvo y decidió esperar a que el rubio hiciera otro movimiento; estaba seguro que de alguna manera, aquello formaba parte de una treta de Draco para que Harry dejara de fingirse dormido.
« ¡Qué hombre tan odioso!», pensó, prestando clara atención hacia dónde se dirigían los pasos de Malfoy, que se escuchaban lejos de la cama. No pasó mucho tiempo para que Harry se quedara solo en la habitación: Draco había abandonado la recamara.
Pasados unos segundos, en los que se dedicó a esperar un posible regreso de Malfoy, Harry por fin abrió los ojos, volteándose para mirar la puerta de la habitación, abierta de par en par. Levantó los ojos al cielo raso y suspiró, preguntándose qué tendría planeado Draco ahora. La respuesta a su pregunta no se hizo esperar demasiado, pues pronto Harry escuchó un estruendo proveniente de algún sector de la casa, donde al parecer, varios vidrios se habían roto al mismo tiempo.
Harry se sentó de golpe en la cama y buscó sus gafas en la mesa de noche, listo para ir a ver en qué consistía todo aquel escándalo.
Bien, esta es la primera parte. He tratado de no cometer errores ortográficos, así que espero no espantarlos mucho jeje.
Deidad- Invitado
Re: Fever [Harry Potter]
OH, lo siento mucho, me confundí de espacio. Creo que esto debería ir en la sección de beta readers. Realmente lo siento
Deidad- Invitado
Re: Fever [Harry Potter]
Deidad, ¿quieres que te critiquemos aquí mismo o prefieres tratar con alguien en privado? Te pregunto, ya que dejaste tu historia colgada acá .
Kirry- Inquisidor del Fandom
-
Mensajes : 6297
Edad : 37
Localización : Mi casa xD
Fecha de inscripción : 24/04/2008
Re: Fever [Harry Potter]
Acá está bien. Agradezco desde ya a quien pueda brindarme una segunda opinión.
Y una vez más, perdón por la equivocación. Esto me pasa por ser tan despistada.
Y una vez más, perdón por la equivocación. Esto me pasa por ser tan despistada.
Deidad- Invitado
Temas similares
» Harry Potter y La Hija De Tom Riddle El Que No Debe Ser Nombrado [Nano Potter Weasley]
» Harry Potter y la pequeña hija de Voldemort, por potter-love
» Irene ^[Harry Potter]
» Algún Día (Harry Potter)
» "The next generation" [Harry Potter]
» Harry Potter y la pequeña hija de Voldemort, por potter-love
» Irene ^[Harry Potter]
» Algún Día (Harry Potter)
» "The next generation" [Harry Potter]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.