El abuso que hacemos de los adverbios acabados en -mente

Antes de nada, me disculpo por si este no es el lugar más apropiado para el topic, pero viendo las secciones del foro me pareció el más adecuado.

Hace unos días, en un foro de Fanfiction en el que participo, una chica posteó sobre un asunto que me hizo reflexionar bastante. Y es sobre el supuesto abuso general que hacemos de los adverbios terminaos en -mente, algo de lo que se hacía eco García Márquez o Stephen King. Dejo aquí el link a un blog en el que se trata más o menos el asunto, porque tampoco es una ciencia a estudiar.

Stephen King escribió:Recordarás, por las clases de lengua, que el adverbio es una palabra que modifica un verbo, adjetivo u otro adverbio. Son las que acaban en -mente. Ocurre con los adverbios como con la voz pasiva, que parecen hechos a la medida del escritor tímido.
Mediante los adverbios, lo habitual es que el escritor nos diga que tiene miedo de no expresarse con claridad y de no transmitir el argumento o imagen que tenía en la cabeza. Examinemos la frase «cerró firmemente la puerta».

Reconozco que no es del todo mala (al menos tiene la ventaja de un verbo en voz activa), pero pregúntate si es imprescindible el «firmemente». Me dirás que expresa un grado de diferencia entre «cerró la puerta» y «dio un portazo», y no es que vaya a discutírtelo...pero ¿y el contexto? ¿Qué decir de toda la prosa esclarecedora (y hasta emocionante) que precedía a «cerró firmemente la puerta»? ¿No debería informarnos de cómo la cerró? Y, si es verdad que nos informan de ello las frases anteriores, ¿no es superflua la palabra «firmemente»? ¿No es redundante?

Ya oigo a alguien acusándome de pesado. Lo niego. Creo que de adverbios está empedrado el infierno, y estoy dispuesto a vocearlo desde los tejados. Dicho de otro modo: son como el diente de león. Uno en el césped tiene gracia, queda bonito, pero, como no lo arranques, al día siguiente encontrarás cinco, al otro cincuenta... y a partir de ahí, amigos míos, tendréis el césped «completamente», «avasalladoramente» cubierto de diente de león. Entonces los veréis como lo que son: malas hierbas, pero entonces, ¡ay!, entonces será demasiado tarde.

Cuando me puse a reflexionar sobre el asunto, me di cuenta de que yo sí abuso bastante de este tipo de adverbios. Y también me percaté de que, efectivamente, para mí suponen una salida fácil a lo que quiero contar. Porque si en algo coincido con estos dos escritores es en que, si uno lo analiza bien, se da cuenta de que algunos de estos modificadores apenas aportan significado. No creo que sea tanto por timidez, por miedo a explayarse, como dice King, sino por una salida cómoda que además de permitir muchas construcciones (como un especie de comodín) aporta un significado más o menos estándar.

Es curioso ese detalle de la quote sobre la "prosa esclarecedora" que precede a este tipo de adverbios. Coincido en que quizás, describiendo adecuadamente el contexto y la forma de ser de nuestros protagonistas, el lector debería poder imaginarse cómo procedería el personaje en cuestión, incluso aunque no lo detallásemos. En eso puedo estar medianamente de acuerdo, aunque mi opinión tampoco es tan extremista como para afirmar que empobrecen el lenguaje. Pero bueno, creo que se entiende el punto y sinceramente me parece algo muy interesante sobre lo que detenerse a pensar, así que estaría encantada de leer lo que otra gente opina. Un saludo, lindas viborillas

¡Hola! Admito que este tema me parece muy interesante.

No creo que haya que tachar de hereje al ficker que los use. Eso sí, en mi opinión, empobrecen la creatividad y la profundidad de una historia. Si digo ''evidentemente aquí hay algo raro'' parece que se está buscando una salida fácil y escasa de creatividad. Me explico, podría escribir ''hay evidencia que indica que aquí hay algo raro'', ''encontramos pruebas que señalan que hay algo raro'' o cosas así. Como ha dicho K., el adverbio terminado en -mente es una salida que no requiere de mucho esfuerzo a la hora de armar la oración. Lo peor es que crean una especie de adicción sin que uno se de cuenta del daño que provoca a la creatividad sintáctica.

Por otro lado, me da la sensación de que quitan la profundidad y el sentimentalismo a ciertas escenas. Por ejemplo:

—Te amo, pero no podemos estar juntos —dijo ella tristemente.

Y si intentamos sustituir el adverbio...

—Te amo, pero no podemos estar juntos —dijo ella con pesar en su corazón.

En lo personal, la diferencia se me hace muy notoria. La última frase me transmite el sentimiento con más eficiencia. No sé porqué, pero en estos casos, los adverbios me parecen muy planos y recomendaría evitarlos.

No me acuerdo dónde, pero había leído por allí que si se usan dos o más adverbios de estos en un párrafo hay que tratar de ir reduciéndolos de a poco. Si soy sincera, en ciertos casos abuso de ellos. No en mis historias, pero sí en una conversación normal, por ejemplo.

Besos, viborillas.

Ya veo, es justo lo que menciona Rodolfo Schmauk Ortúzar en su blog (2012): "Por supuesto, quizás no encontremos como(sic) quitar todos los adverbios, y algunos pueden quedar incluso bien, pero tenemos que podar a conciencia, y es mucho más fácil cuando sabemos cual(sic) es el tipo de maleza que buscamos".

Ahora que lo pienso, el abuso de adverbios podría ser una forma "floja" de redacción. Al retomar el mismo ejemplo de arriba, se me ocurre también que en lugar de escribir "cerró firmemente la puerta" podría ser algo como "cerró la puerta con firmeza", "fue firme al cerrar la puerta"; eso depende del estilo del autor. A pesar de eso, estoy de acuerdo tanto con K. Monroe como con Shady Linak en que no es un error grave.

Reciban un saludo.

Fuente:
Schmauk O., R. (23 de enero de 2012). Uso y abuso de adverbios. Recuperado el 21 de marzo de 2015, de http://sobreloquesabes.blogspot.mx/2012/01/uso-y-abuso-de-adverbios.html

OT:

Yo a veces los uso. Antes lo usaba mucho en mis inicios, pero ahora es raro que lo usé. Sin embargo siempre me he preguntado algo: ¿Por qué abusan de ellos? Será que no tendrán más vocabulario. Aunque sea un modificador del verbo, para mí es muy... no sé como decirlo, muy cansado estar leyendo todo en -mente.

Admito que me salió una duda ahora: ¿Cuántos se deben de poner en el texto? ¿Hay una cierta cantidad para poner?

Como ya he dicho, creo que se abusa de ellos por una simple razón: es fácil, no requiere de esfuerzo y así la creatividad sintáctica no progresa. No pienso que sea cuestión de vocabulario.

¿Cuántos se deben de poner en el texto? ¿Hay una cierta cantidad para poner?

No hay ningún límite y eso es cosa de cada uno pero no queda muy bien leer uno de estos adverbios en cada oración.

Interesante cuestión. Interesante cuestión que, a petición de la propia lady Monroe, traslado a la Guardia, donde parece que por su naturaleza el tema encaja mejor. 

Justo ahora no tengo tiempo de intervenir, pero os animo a seguir conversando café en mano. 

Como ya he dicho, creo que se abusa de ellos por una simple razón: es fácil, no requiere de esfuerzo y así la creatividad sintáctica no progresa. No pienso que sea cuestión de vocabulario.

Concuerdo con Ninfa, la cuestión es interesante.

Yo difiero de Shady, en mi opinión sí es una cuestión de vocabulario. Pero más que vocabulario es una cuestión de desarrollo del lenguaje; es muy simple, sólo debemos preguntar "¿de cuántas maneras puedo decir lo mismo?". Si pienso en "fugazmente" puedo decirlo como "apenas por un instante" y ahí no hay ningún adverbio porque eso es una expresión adverbial. Y esto me lleva al vocabulario en un sentido extenso. No puedo hablar de otra manera de decir "fugazmente" si no conozco ni siquiera el significado puntual de la palabra que estoy usando.

Aunque concuerdo que el uso intensivo de algunas palabras resulta irritante y denota la pobreza del lenguaje, en algunas ocasiones es una cuestión de estilo si se emplean palabras específicas en un momento determinado. Y también si no se usan determinados vocablos.

Aunque concuerdo que el uso intensivo de algunas palabras resulta irritante y denota la pobreza del lenguaje, en algunas ocasiones es una cuestión de estilo si se emplean palabras específicas en un momento determinado. Y también si no se usan determinados vocablos.

Esto es interesante, porque hay escritores que han experimentado justamente abusando en algunos párrafos de "-mente", pero creo que esto se puede hacer en casos muy específicos, cuando de hecho ya se es capaz de describir sin ellos. Como hacía Goya, que dominaba perfectamente la pintura realista y, por eso mismo, se pasó al cubismo (aunque algunos digan que "yo también sé dibujar así blablabla" ya sabéis esa gente que no tiene ni puta idea ).

Yo creo que es cuestión de inexperiencia. Cuando comencé a escribir, casi todas mis expresiones eran "-mente", y luego lo releía y cambiaba más de la mitad porque me daba cuenta de que se repetía. Con el paso de tiempo, he llegado a no tener que recurrir a ellos, a base de obligarme a pensar en alternativas para no redundar en el texto. Cuando se abusa es porque hay dejadez o inexperiencia o, a menudo, ambas.

También es cuestión de ambientar o no, de saber jugar con los elementos de la escena. A veces cuando se es primerizo escribiendo se quiere dejar todo claro. No es cuestión de si dijo algo llorando, es que dijo algo llorando angustiada. Bueno, si está llorando y la escena es de angustia, se sabe que está angustiada. Estas redundancias, como acabo de poner en ejemplo, no se dan ya solo con el abuso de "-mente". Y el susodicho abuso proviene de esa necesidad de dejarlo todo claro sin contar con el vocabulario para que no quede pesado y repetitivo. (?)

Es cierto que muchas veces se abusa de los adjetivos acabados en "mente", pero creo como Good que es por una cuestión de espacio. Es decir, si el escritor trata de escribir rapido, recurre a construcciones como "rapidamente" o "formalmente" en vez de otras mas elaboradas, porque es lo mas rapido y directo.

El problema es cuando se abusa del término y no se emplea mas variedad de construcciones, que es el caso que estamos tratando aquí. Normalmente es por eso, falta de experiencia o ganas de rapidez, o simplemente que da pereza emplear otras construcciones. Yo al principio empleaba mucho esta forma, pero ahora la uso menos porque me empezó a parecer redundante.

Creo que los adjetivos en "-mente" estan bien cuando es una frase puramente referencial.

Es decir, cuando simplemente describes una acción sin entrar en detalles, como decir "Pedro y su pandilla se dirigieron rapidamente al colegio", cumple esta función.
En cambio, cuando ya quieres dar mas detalles (siguiendo con el ejemplo de Pedro y su pandilla, especificar si iban a pie, en coche o en bus; por donde pasaban y que veían), entonces ya se necesitan construcciones verbales mas elaboradas.

Lo contrario ya es entrar en un abuso del lenguaje que denota falta de originalidad, creo yo.

En mi punto de vista, creo que se malentiende un poco el abuso. Una narración buena es aquella que hace llegar a tu mente un mensaje claro y que evoque lo que tenga que evocar, independiente de los recursos que utilice, si están bien usados y mantienen un buen ritmo, acorde al contexto de la escena y la esencia misma del relato no le veo problema alguno a una narración simplificada y con recursos fáciles. No necesariamente pierde calidad al usar el adverbio terminado en -mente, tampoco se gana más evitándolo y poniendo en su lugar lo que parezca más rimbombante, como el ejemplo de Shady.

Es cuestión de saber cómo y cuando usarlo. Creo que el mayor problema es que utilizar mucho este recurso genera cacofonías que al final resultan incómodas al leer y, al menos en mi caso, distraen un poquito.
Todo depende del contexto y del ritmo. No es un crimen usarlos.

Mirror-Mirror escribió: Creo que el mayor problema es que utilizar mucho este recurso genera cacofonías que al final resultan incómodas al leer y, al menos en mi caso, distraen un poquito.

Me pasa esto mismo xD Me molestan por esto: los detecto rápido, entonces les presto mucha atención, sobretodo cuando son escenas de acción o de mucha tensión.

Sí creo que tiene que ver con la experiencia del escritor, sobretodo en su formación literaria. Las obras actuales suelen utilizar mucho este adverbio, así como los artículos de farándula. No estoy hablando de la formación de los autores, quienes muchas veces piensan más en el márketing que en la cultura, sino en los lectores que no son conscientes de esto mismo y afecta su consecuente desarrollo.

También creo que tiene que ver esto de no ser sintéticos. No, no creo que el -mente nos ayude a ser sintéticos. Es más, alarga las palabras y hace las ideas más laxas. Es más fácil decir "caminé rápido" que "caminé rápidamente" o "caminé de manera rápida". Creemos que decir muchas palabras es decir muchas cosas, cuando la capacidad de síntesis es algo mucho más complejo. Las obras que me han dejado más abrumada son las más concisas en sus ideas, que viene cargada con múltiples sentidos, que te cortan el cerebro con un bisturí. Mis historias favoritas de terror son los mini-cuentos de una o dos oraciones.