Necesito beta para fic de Harry Potter/ Dramione

El día era inusualmente caluroso y claro, para el sombrío clima de Londres; los arboles empezaban a cambiar el color de sus hojas a un dorado cálido, demostrando que la estación estaba a punto de cambiar; los alumnos vagaban por los extensos jardines del antiguo castillo de Hogwarts, cada uno absorto en sus propias actividades. Mientras tres amigos discutían a susurros el último plan ideado por Ron Weasley.
—Yo no lo haré, si alguien nos descubre estaremos castigados y no creo que llenar de bromas la sala común de los Slytherin valga la pena.
El susurro de Hermione se perdió en medio de las voces de los demás muchachos, sin embargo fue lo suficientemente fuerte, para que sus amigos que caminaban a su lado la escucharan. Y por sexta vez en lo que iba del día, empezaran a discutir sobre hacer o no aquella travesura.
—Nadie nos descubrirá. Eso es lo bueno de tener el mapa, sabremos quién se acerca y eso nos dará ventaja —respondió Ron, tratando de dar una irrefrenable lógica a su plan.
“Lógica” que había sido no solo aprobada, si no también alentada por sus hermanos, los gemelos Weasley. Los cuales incluso habían adaptado varios objetos, con el fin de que estos se adecuaran a las circunstancias.
—Llevaremos la capa de la invisibilidad. Aunque nos cruzáramos con algún Slytherin no será capaz de vernos —intervino Harry, dejando constancia que estaba de acuerdo con el plan de su amigo.
Hermione negó con la cabeza apretando los libros contra su pecho, sin ocultar su enfado. A veces se preguntaba cómo podía ser amigo de aquellos dos chicos que siempre, de un modo u otro, estaban rompiendo las reglas y metiéndose en problemas.
—Será divertido Hermione, piensa en todas las bromas que les podríamos hacer a esas serpientes —dijo Ron, con una sonrisa picara dibujada en su rostro, al recordar una de las bromas que tenía en mente.
— ¡No lo haré! —expresó con firmeza la chica, sentándose con terquedad bajo la sombra de un árbol, mientras se disponía a leer uno de sus gastados libros. “Y esta vez no correré en su auxilio”—pensó, antes de iniciar su lectura.
—Eres una gallina, Granger —concluyó Ron alzando los hombros, alejándose junto a Harry para terminar de pulir los últimos detalles de su próxima aventura.
El comentario del muchacho no pasó desapercibido para los tres Slytherins que se acercaban. Draco observaba a todos con ese aire de suficiencia característico del apellido Malfoy, mientras con estudiada lentitud se acercaba a Hermione.
—Una gallina con las plumas revueltas y la sangre sucia —se burló Draco, con una voz fría y cargada de desprecio al pasar a su lado.
Hermione no respondió al insulto, alzo la barbilla en un gesto de desafío y orgullo y se concentró en su lectura.
Los inseparables amigos de Draco, Crabbe y Goyle, se rieron con fuerza ante el comentario de este y continuaron su camino, con caminar altivo y paso lento, ajenos a todo lo que sucediera a su alrededor.
Sin embargo, por unos instantes Draco no fue capaz de apartar la mirada de la chica que leía bajo la sombra del árbol. No era para nada lo que el consideraría una belleza, sin embargo los rayos de luz que se filtraban a través de las ramas de los arboles, conferían a su cabello castaño un brillo especial. Sus labios se habían reducido a una fina línea, que poco a poco se iba relajando mostrando el color rosa de estos y el calor del día, había sonrojado su rostro, confiriendo un atractivo especial a la joven.
“Es una sangre sucia, una simple y asquerosa sangre sucia”—se recordó a sí mismo con furia, apartando la mirada de la joven.
— ¿Tu qué piensas Draco?
La pregunta de Gregory, apartó a Draco de sus incómodos pensamientos, tardó un par de segundos para comprender que sus amigos esperaban una respuesta… Si únicamente recordara cual era la pregunta.
—Ahora no estoy para tonterías. —Fue el único comentario que pudo hacer el chico, para salir del paso, fingiendo un enfado que no sentía. Al menos, no lo sentía con respecto a sus amigos.
A partir del encuentro con Hermione el tiempo pasó con exasperante lentitud para el muchacho. Su mal humor empezaba a aumentar y todo por haber fijado su vista en aquella sangre sucia, sin embargo otras cualidades de la joven, ya habían empezado a abrir un resquicio en su mente tiempo atrás.
Por más que lo quisiera negar, la lealtad que ella tenía para con ese par de idiotas que solía llamar “amigos” era algo que no llegaba a comprender y ni que decir de la inteligencia que solía mostrar en clases o el orgullo con el que solía levantar la barbilla cada vez que él la molestaba.
De alguna forma y después de algunos años Hermione había logrado intrigarlo a un punto casi doloroso y humillante, él un sangre limpia, no debería fijarse en una simple hija de muggles.
Únicamente la clase del profesor Snape y sus constantes críticas hacia Harry, pudieron aligerar su perturbado estado de ánimo. Al menos de ese modo se podía distraer de sus propios pensamientos, lo que le permitía dejar de intentar analizar lo que le sucedía con aquella insignificante sangre sucia.