La Novia De Sasuke (Naruto)

Sasuke era alguien que gozaba de la tranquilidad pero ésta parecía no tener lugar cuando estaba con sus amigos. Para él era fácil decir como llegaban a meterse en tantos líos, siempre porque alguno creaba un malentendido, lo que tal vez no llegaba a entender muy bien era el por qué es siempre acababa metido en los líos que ellos montaban.

En momentos como aquellos Sasuke deseaba que la monotonía dominara su vida, justo como pasaba antes de conocerlos. A pesar de eso, el moreno sabía perfectamente que si de verdad Naruto, Sakura y Sai se marcharan y él consiguiera su tan deseada monotonía, acabaría por echarlos de menos, aunque eso era algo que nunca pronunciaría en alto y los demás no sabrían si de él dependía.

El último lío en el que estaba metido era por culpa de Sai, no es que eso le afectara normalmente pero es que esta vez sí le afectaba a él directamente.

—Oye, Sasuke, ya que tú eres gay dime lo que se siente el que te den por culo— le había dicho Sai varios días atrás mientras comían en silencio en la azotea de la escuela. A todos les había tomado unos segundos el reaccionar ante la afirmación que, con una sonrisa, Sai había hecho tan traquilamente.

La primera en reaccionar fue, como siempre, Sakura, quien se empezó a reir ligeramente mientras darle un golpecito en la espalda a Sai que casi le saca los pulmones.

—¿Se puede saber de dónde sacaste eso, Sai? Sasuke-kun no es gay—. La sonrisa de Sakura era algo que no les gustaba a ninguno de los tres, parecía estar esperando que Sai cometiera un error para romperle algún hueso, cosa no demasiado difícil si de Sakura hablamos.

—Bueno... — empezó con una sonrisa— Es que el bastardo jamás a tenido una novia y siendo sus amigos me parece lo correcto que hablemos de esto con naturalidad, después de todo, si a Sasuke le gustan los hombres no debería importarnos. Para eso están los amigos, ¿no?

Menos mal que Sai era bueno esquivando golpes porque si no, Sasuke lo hubiera mandado a al luna de una patada. La única pena de aquello era que se habían quedado los dos sin almuerzo.

—Sai, eres un completo estúpido. No puedes hablar de una cosa tran grave así por las buenas. Que Sasuke sea un frígido no significa que sea gay. Yo más bien diría que es asexual —. Naruto hizo una especie de intento de reñirle al moreno sonrisitas y explicarle las cosas para que no volviera a decir algo semejante.

La explicación, obviamente, no gustó a Sasuke para nada y esperó a que Sakura le metiera un puñetazo a Naruto para no tener que soltar él a Sai, después de todo Sakura siempre lo defendía. Extrañamente el golpe jamás llegó, cosa que hasta Naruto notó, así los tres chicos miraron a Sakura. Ésta al darse se empezó a poner nerviosa.

—No te lo tomes a mal, Sasuke-kun, no es que yo crea que seas gay o asexual pero sí que me parece un poco extraño que no hayas tenido novia hasta ahora—. Sakura bajó la mirada mientras hablaba en señal de vergüenza e incomodidad.

Naruto y Sai miraron a Sasuke. No era normal que Sakura no lo defendiera así que tendría que utilizar su preciosa boquita si no quería que Sai empezara a buscarle novio o Naruto dijera que era asexual, cosa que seguramente acabaría en la conclusión de que era impotente o algo así, los rumores es lo que tienen.

Volvió a su sitio y miró desafiantes a sus compañeros pero después apartó la mirada para hablar.

—Lo único que pasa... es que todavía no he encontrado a la chica que me interese—. Lo demás lo miraron como sin creérselo. ¡Pero si tenía a todo un séquito de mujeres interesantes y guapas para elegir a gusto y disgusto! Las había mayores y menores que él, guapas, feas, gordas, flacas, con peso medio, altas bajas, morenas, rubias, pelirrojas, teñidas... —Y no, no es aspecto físico lo que busco. Simplemente eso no me interesa —dijo adivinando los pensamientos de sus amigos.

—Oh, ya veo—. Naruto se llevó una mano a la boca sonriente mientras lo miraba burlonamente—. Vaya, vaya... Quién lo hubiera dicho de ti, Sasuke. Así que eres todo un romántico.

Aquella afirmación por parte del rubio tiñó sus mejillas de carmín, cosa muy notable por su blanca piel. No tardó ni dos segundos en lanzarse sobre Naruto, mientras, Sai empezó a reirse a carcajadas. Y Naruto otro tanto, pero éste lo tenía más difícil por el hecho de que, si quería salir bien parado, tenía que esquivar a Sasuke

—Oh, vamos. ¡Parad de reíros! — Exigió Sakura—. A mí no me parece nada malo. No sé por qué os reís. Eso es algo muy bonito— pero ella también se estaba riendo al decir aquello. Intentaba aguantarse y lo miraba casi compasivamente. Se sentía humillado, así que se anotó mentalmente no volver a hablar de chicas ni de sexo con sus amigos, nunca jamás, por muy desesperado que estuviera.

A partir de ese momento Sai había organizado una especie de búsqueda de su chica ideal. Sakura les había prohibido hablar una palabra sobre aquella conversación –en la que, por cierto, todos acabaron a golpes entre ellos– y sobre todo a hacer alguna alusión hacia el recien descubierto románticismos de Sasuke.

No sabía cómo se las había ingeniado el señor sonrisas pero el caso es que había montones de chicas que estaban deseando ser sus amigas para después subírsele a la chepa. Estúpido Sai.

Mientras caminaba de regreso a su casa después de entrenar con Orochimaru-sensei Sasuke se preguntaba que clase de chica elegiría Sai para él. Viniendo de sus amigos podía esperarse cualquier tipo de cosa, y cualquier tipo de cosa era cualquier tipo de cosa. Lo malo es que no importaba cuantas opciones pensara Sasuke, ni lo imposibles que fueran, ni mucho menos que se preparara para lo peor, ellos tenían por costumbre descolocar sus esquemas con cada ocurrencia.

Ugh, ya se lo podía imaginar. Como ellos no sabían de sus gustos escogerían a la persona que los contentara a los tres, el caso era saber como era esa persona porque de verdad no se imaginaba a ninguno de los tres eligiendo a la chica más seria y con estudios que pudiera haber. No quería pensar en esa posibilidad pero si encontraban a alguien sería a alguien tan ruidoso como ellos por los menos. Sasuke amaba la traquilidad, seguro que eso no lo iban a tener en cuenta.

Tan distraido iba con sus pensamientos que no escuchó los pasos acelerados que se acercaban a su persona. El impacto entre ambos cuerpos hizo que su bolsa y su espada cayeran al suelo. Ella también se cayó, desparramando las cosas que había dentro de su bolso abierto.

—Oh, lo siento mucho de verdad — se apresuró a disculparse una suave voz—. Es que... Iba corriendo, te-tengo prisa y no me... fijé mucho por donde iba.

Sasuke recogió sus cosas tranquilamente mientras escuchaba la disculpa sin mucha atención. Al mirarla descubrió que era su compañera de clase, Hinata, con la cual jamás había hablado.

—Si tanta prisa tienes, deja de perder el tiempo ahí sentada—. Hinata levantó la vista ante aquellas palabras tan bruscas. Sasuke sabía que ahora no se la iba a quitar encima, maldita fuera su boca, y es que siendo amiga de Sakura y conocida de Naruto no se esperaba otra cosa que no fuera empezar a gritarle y que exigiera una disculpa por sus malos modales.

Contrario a eso Hinata se levantó y recogió sus cosas muy deprisa. Le hizo una reverencia a modo de nueva disculpa y se marchó corriendo. Sasuke se quedó algo descolocado, eso sí que no se lo esperaba. Volteó para ver como la chica desaparecía de su vista rápidamente. Aquéllo sí era extraño, aunque pensándolo mejor si tenía que ver con Naruto todo era posible.

Quiso seguir su camino y olvidarse del pequeño incidente porque realmente no era algo nada importante, sin embargo, una cartera azul marino llamó su atención. Al abrirla vio que era de la Hyuuga.

—“Así que también es una despistada”—. Algo en común tenía que tener con el rubio. Bien, mañana se la devolvería en clase.

—¿Se puede saber de dónde sacaste eso, Sai? Sasuke-kun no es gay—.

Menos mal que Sai era bueno esquivando golpes porque si no, Sasuke lo hubiera mandado a al luna de una patada.

Ésta al darse se empezó a poner nerviosa.

y sobre todo a hacer alguna alusión hacia el recien descubierto románticismos de Sasuke.

tenía que tener

Sasuke era alguien que gozaba de la tranquilidad pero ésta parecía no tener lugar cuando estaba con sus amigos. Para él era fácil decir como llegaban a meterse en tantos líos, siempre porque alguno creaba un malentendido, lo que tal vez no llegaba a entender muy bien era el por qué es siempre acababa metido en los líos que ellos montaban.

El último lío en el que estaba metido era por culpa de Sai, no es que eso le afectara normalmente pero es que esta vez sí le afectaba a él directamente.

—Oye, Sasuke, ya que tú eres gay dime lo que se siente el que te den por culo— le había dicho Sai varios días atrás mientras comían en silencio en la azotea de la escuela. A todos les había tomado unos segundos el reaccionar ante la afirmación que, con una sonrisa, Sai había hecho tan traquilamente.

La primera en reaccionar fue, como siempre, Sakura, quien se empezó a reir ligeramente mientras darle un golpecito en la espalda a Sai que casi le saca los pulmones.

—¿Se puede saber de dónde sacaste eso, Sai? Sasuke-kun no es gay— la sonrisa de Sakura era algo que no les gustaba a ninguno de los tres, parecía estar esperando que Sai cometiera un error para romperle algún hueso, cosa no demasiado difícil si de Sakura hablamos.

—Bueno... — empezó con una sonrisa— Es que el bastardo jamás a tenido una novia y siendo sus amigos me parece lo correcto que hablemos de esto con naturalidad, después de todo, si a Sasuke le gustan los hombres no debería importarnos. Para eso están los amigos, ¿no?

Menos mal que Sai era bueno esquivando golpes porque si no, Sasuke lo hubiera mandado a la luna de una patada. La única pena de aquello era que se habían quedado los dos sin almuerzo.

—Sai, eres un completo estúpido. No puedes hablar de una cosa tran grave así por las buenas. Que Sasuke sea un frígido no significa que sea gay. Yo más bien diría que es asexual —. Naruto hizo una especie de intento de reñirle al moreno sonrisitas y explicarle las cosas para que no volviera a decir algo semejante.

La explicación, obviamente, no gustó a Sasuke para nada y esperó a que Sakura le metiera un puñetazo a Naruto para no tener que soltar él a Sai, después de todo Sakura siempre lo defendía. Extrañamente el golpe jamás llegó, cosa que hasta Naruto notó, así los tres chicos miraron a Sakura. Ésta al darse cuenta se empezó a poner nerviosa.

—No te lo tomes a mal, Sasuke-kun, no es que yo crea que seas gay o asexual pero sí que me parece un poco extraño que no hayas tenido novia hasta ahora—. Sakura bajó la mirada mientras hablaba en señal de vergüenza e incomodidad.

Naruto y Sai miraron a Sasuke. No era normal que Sakura no lo defendiera así que tendría que utilizar su preciosa boquita si no quería que Sai empezara a buscarle novio o Naruto dijera que era asexual, cosa que seguramente acabaría en la conclusión de que era impotente o algo así, los rumores es lo que tienen.

Volvió a su sitio y miró desafiantes a sus compañeros pero después apartó la mirada para hablar.

—Lo único que pasa... es que todavía no he encontrado a la chica que me interese—. Lo demás lo miraron como sin creérselo. ¡Pero si tenía a todo un séquito de mujeres interesantes y guapas para elegir a gusto y disgusto! Las había mayores y menores que él, guapas, feas, gordas, flacas, con peso medio, altas bajas, morenas, rubias, pelirrojas, teñidas... —Y no, no es aspecto físico lo que busco. Simplemente eso no me interesa —dijo adivinando los pensamientos de sus amigos.

—Oh, ya veo—. Naruto se llevó una mano a la boca sonriente mientras lo miraba burlonamente—. Vaya, vaya... Quién lo hubiera dicho de ti, Sasuke. Así que eres todo un romántico.

Aquella afirmación por parte del rubio avergonzó al moreno. No tardó ni dos segundos en lanzarse sobre Naruto, mientras, Sai empezó a reirse a carcajadas. Y Naruto otro tanto, pero éste lo tenía más difícil por el hecho de que, si quería salir bien parado, tenía que esquivar a Sasuke

—Oh, vamos. ¡Parad de reíros! — Exigió Sakura—. A mí no me parece nada malo. No sé por qué os reís. Eso es algo muy bonito— pero ella también se estaba riendo al decir aquello. Intentaba aguantarse y lo miraba casi compasivamente. Se sentía humillado, así que se anotó mentalmente no volver a hablar de chicas ni de sexo con sus amigos, nunca jamás, por muy desesperado que estuviera.

A partir de ese momento Sai había organizado una especie de búsqueda de su chica ideal. Sakura les había prohibido hablar una palabra sobre aquella conversación –en la que, por cierto, todos acabaron a golpes entre ellos– y sobre todo a hacer alguna alusión hacia el recien descubierto románticismo de Sasuke.

No sabía cómo se las había ingeniado el señor sonrisas pero el caso es que había montones de chicas que estaban deseando ser sus amigas para después subírsele a la chepa. Estúpido Sai.

Mientras caminaba de regreso a su casa después de entrenar con Orochimaru-sensei, Sasuke se preguntaba que clase de chica elegiría Sai para él. Viniendo de sus amigos podía esperarse cualquier tipo de cosa, y cualquier tipo de cosa era cualquier tipo de cosa. Lo malo es que no importaba cuantas opciones pensara Sasuke, ni lo imposibles que fueran, ni mucho menos que se preparara para lo peor, ellos tenían por costumbre descolocar sus esquemas con cada ocurrencia.

Ugh, ya se lo podía imaginar. Como ellos no sabían de sus gustos escogerían a la persona que los contentara a los tres, el caso era saber como era esa persona porque de verdad no se imaginaba a ninguno de los tres eligiendo a la chica más seria y con estudios que pudiera haber. No quería pensar en esa posibilidad pero si encontraban a alguien sería a alguien tan ruidoso como ellos por los menos. Sasuke amaba la traquilidad, seguro que eso no lo iban a tener en cuenta.

Tan distraido iba con sus pensamientos que no escuchó los pasos acelerados que se acercaban a su persona. El impacto entre ambos cuerpos hizo que su bolsa y su espada cayeran al suelo. Ella también se cayó, desparramando las cosas que había dentro de su bolso abierto.

—Oh, lo siento mucho de verdad — se apresuró a disculparse una suave voz—. Es que... Iba corriendo, te-tengo prisa y no me... fijé mucho por donde iba.

Sasuke recogió sus cosas tranquilamente mientras escuchaba la disculpa sin mucha atención. Al mirarla descubrió que era su compañera de clase, Hinata, con la cual jamás había hablado.

—Si tanta prisa tienes, deja de perder el tiempo ahí sentada—. Hinata levantó la vista ante aquellas palabras tan bruscas. Sasuke sabía que ahora no se la iba a quitar encima, maldita fuera su boca, y es que siendo amiga de Sakura y conocida de Naruto no se esperaba otra cosa que no fuera empezar a gritarle y que exigiera una disculpa por sus malos modales.

Contrario a eso Hinata se levantó y recogió sus cosas muy deprisa. Le hizo una reverencia a modo de nueva disculpa y se marchó corriendo. Sasuke se quedó algo descolocado, eso sí que no se lo esperaba. Volteó para ver como la chica desaparecía de su vista rápidamente. Aquéllo sí era extraño, aunque pensándolo mejor si tenía que ver con Naruto todo era posible.

Quiso seguir su camino y olvidarse del pequeño incidente porque realmente no era algo nada importante, sin embargo, una cartera azul marino llamó su atención. Al abrirla vio que era de la Hyuuga.

—“Así que también es una despistada”—. Algo en común debía que tener con el rubio. Bien, mañana se la devolvería en clase.

—Oh, ya veo—. Naruto se llevó una mano a la boca sonriente mientras lo miraba burlonamente—. Vaya, vaya... Quién lo hubiera dicho de ti, Sasuke. Así que eres todo un romántico.

[...]quien se empezó a reir ligeramente mientras darle un golpecito en la espalda a Sai que casi le saca los pulmones.

Sasuke era alguien que gozaba de la tranquilidad pero ésta parecía no tener lugar cuando estaba con sus amigos. Para él era fácil decir como llegaban a meterse en tantos líos, siempre porque alguno creaba un malentendido, lo que tal vez no llegaba a entender muy bien era el por qué siempre acababa metido en los líos que ellos montaban.

El último lío en el que estaba metido era por culpa de Sai, no es que eso le afectara normalmente pero es que esta vez sí le afectaba a él directamente.

—Oye, Sasuke, ya que tú eres gay dime lo que se siente el que te den por culo— le había dicho Sai varios días atrás mientras comían en silencio en la azotea de la escuela. A todos les había tomado unos segundos el reaccionar ante la afirmación que, con una sonrisa, Sai había hecho tan traquilamente.

La primera en reaccionar fue, como siempre, Sakura, quien se empezó a reír ligeramente mientras le daba un golpecito en la espalda a Sai que casi le saca los pulmones.

—¿Se puede saber de dónde sacaste eso, Sai? Sasuke-kun no es gay— la sonrisa de Sakura era algo que no les gustaba a ninguno de los tres, parecía estar esperando que Sai cometiera un error para romperle algún hueso, cosa no demasiado difícil si de Sakura hablamos.

—Bueno... —empezó con una sonrisa— Es que el bastardo jamás a tenido una novia y siendo sus amigos me parece lo correcto que hablemos de esto con naturalidad, después de todo, si a Sasuke le gustan los hombres no debería importarnos. Para eso están los amigos, ¿no?

Menos mal que Sai era bueno esquivando golpes porque si no, Sasuke lo hubiera mandado a la luna de una patada. La única pena de aquello era que se habían quedado los dos sin almuerzo.

—Sai, eres un completo estúpido. No puedes hablar de una cosa tran grave así por las buenas. Que Sasuke sea un frígido no significa que sea gay. Yo más bien diría que es asexual— Naruto hizo una especie de intento de reñirle al moreno sonrisitas y explicarle las cosas para que no volviera a decir algo semejante.

La explicación, obviamente, no gustó a Sasuke para nada. Naruto esperó a que Sakura le diera uno de sus terribles puñetazos, después de todo Sakura siempre lo defendía. No es que Sasuke quisiera que ella lo defendiera, y tampoco lo necesitaba, pero era algo que ella haría sí o sí. Extrañamente el golpe jamás llegó, cosa que incluso Sasuke notó. Así, los tres chicos miraron a Sakura. Ésta al darse cuenta se empezó a poner nerviosa.

—No te lo tomes a mal, Sasuke-kun, no es que yo crea que seas gay o asexual pero sí que me parece un poco extraño que no hayas tenido novia hasta ahora— Sakura bajó la mirada mientras hablaba en señal de vergüenza e incomodidad.

Naruto y Sai miraron a Sasuke. No era normal que Sakura no lo defendiera así que tendría que utilizar su preciosa boquita si no quería que Sai empezara a buscarle novio o Naruto dijera que era asexual, cosa que seguramente acabaría en la conclusión de que era impotente o algo así, los rumores es lo que tienen.

Volvió a su sitio y miró desafiantes a sus compañeros pero después apartó la mirada para hablar.

—Lo único que pasa... es que todavía no he encontrado a la chica que me interese —. Los demás lo miraron como sin creérselo. ¡Pero si tenía a todo un séquito de mujeres interesantes y guapas para elegir a gusto y disgusto! Las había mayores y menores que él, guapas, feas, gordas, flacas, con peso medio, altas bajas, morenas, rubias, pelirrojas, teñidas...— Y no, no es aspecto físico lo que busco. Simplemente eso no me interesa —dijo adivinando los pensamientos de sus amigos.

—Oh, ya veo —Naruto se llevó una mano a la boca sonriente mientras lo miraba burlonamente—. Vaya, vaya... Quién lo hubiera dicho de ti, Sasuke. Así que eres todo un romántico.

Aquella afirmación por parte del rubio avergonzó al moreno. No tardó ni dos segundos en lanzarse sobre Naruto, mientras, Sai empezó a reirse a carcajadas. Y Naruto otro tanto, pero éste lo tenía más difícil por el hecho de que, si quería salir bien parado, tenía que esquivar a Sasuke.

—Oh, vamos. ¡Parad de reíros! —Exigió Sakura—. A mí no me parece nada malo. No sé por qué os reís. Eso es algo muy bonito —pero ella también se estaba riendo al decir aquello –más bajito que los demás e intentanto ocultarlo con una mano pero se estaba riendo al fin y al cabo–, intentaba aguantarse y lo miraba casi compasivamente. Se sentía humillado, así que se anotó mentalmente no volver a hablar de chicas ni de sexo con sus amigos, nunca jamás, por muy desesperado que estuviera. Aunque ya de por sí jamás lo hubiera pensado, esto era sólo por si acaso, nunca se sabía.

A partir de ese momento Sai había organizado una especie de búsqueda de su chica ideal. Sakura les había prohibido hablar una palabra sobre aquella conversación –en la que, por cierto, todos acabaron a golpes entre ellos– y, sobre todo, a hacer alguna alusión hacia el recien descubierto románticismo de Sasuke.

No sabía cómo se las había ingeniado el señor sonrisas, ni lo que había dicho exactamente, pero el caso es que había montones de chicas que estaban deseando ser sus amigas para después subírsele a la chepa. Estúpido Sai.

Mientras caminaba de regreso a su casa después de entrenar con Orochimaru-sensei, Sasuke se preguntaba qué clase de chica elegiría Sai para él. Viniendo de sus amigos podía esperarse cualquier tipo de cosa, y cualquier tipo de cosa era cualquier tipo de cosa. Lo malo es que no importaba cuantas opciones pensara Sasuke, ni lo imposibles que fueran, ni mucho menos que se preparara para lo peor, ellos tenían por costumbre descolocar sus esquemas con cada ocurrencia.

Ugh, ya se lo podía imaginar. Como ellos no sabían de sus gustos escogerían a la persona que los contentara a los tres, el caso era saber como era esa persona porque de verdad no se imaginaba a ninguno de los tres eligiendo a la chica más seria y con estudios que pudiera haber. No quería pensar en esa posibilidad pero si encontraban a alguien sería a alguien tan ruidoso como ellos por lo menos. Sasuke amaba la traquilidad, seguro que eso no lo iban a tener en cuenta.

Tan distraido iba con sus pensamientos que no escuchó los pasos acelerados que se acercaban a su persona. El impacto entre ambos cuerpos hizo que su bolsa y su espada cayeran al suelo. Ella también se cayó, desparramando las cosas que había dentro de su bolso abierto.

—Oh, lo siento mucho de verdad —se apresuró a disculparse una suave voz—. Es que... Iba corriendo, te-tengo prisa y no me... fijé mucho por donde iba.

Sasuke recogió sus cosas tranquilamente mientras escuchaba la disculpa sin mucha atención. Al mirarla descubrió que era su compañera de clase, Hinata, con la cual jamás había hablado.

—Si tanta prisa tienes, deja de perder el tiempo ahí sentada —. Hinata levantó la vista ante aquellas palabras tan bruscas. Sasuke sabía que ahora no se la iba a quitar encima, maldita fuera su boca, y es que, siendo amiga de Sakura y conocida de Naruto, no se esperaba otra cosa que no fuera empezar a gritarle y que exigiera una disculpa por sus malos modales.

Contrario a eso Hinata se levantó y recogió sus cosas muy deprisa. Le hizo una reverencia a modo de nueva disculpa y se marchó corriendo. Sasuke se quedó algo descolocado, eso sí que no se lo esperaba. Volteó para ver como la chica desaparecía de su vista rápidamente. Aquéllo sí era extraño, aunque pensándolo mejor si tenía que ver con Naruto todo era posible.

Quiso seguir su camino y olvidarse del pequeño incidente porque realmente no era algo nada importante, sin embargo, una cartera azul marino llamó su atención. Al abrirla vio que era de la Hyuuga.

—“Así que también es una despistada” —. Algo en común debía que tener con el rubio. Bien, mañana se la devolvería en clase.