Trama, esa vieja (des)conocida (Parte 1)

Spoiler:

Con frecuencia, el escritor nuevo, el lector desinformado y el cheer unineuronal tienden a hablar de que una historia tiene una trama buena. Los que entran al mundo del fanfiction suelen describir una historia como "una trama original".

Para desgracia de todos ellos, la trama no es, como puede parecer, la idea detrás de una historia. La idea de una historia es solo eso, una idea. En cambio la trama es todo un tema aparte.

"Trama" es un término literario que se define como los eventos que crean una historia, particularmente la manera en que se relacionan unos con otros, sea por un patrón definido o por simple coincidencia. La trama asegura que un personaje pase del punto A al punto Z. Cuando uno crea una trama por lo general es para provocar con este patrón algún efecto artístico o emocional en el lector.

Aristóteles, dentro de su "Poética", consideraba a la trama como el elemento más importante de la dramaturgia (aún por encima del personaje). La trama, dice él, debe tener siempre un comienzo, una mitad y un final, y los elementos de la trama deben relacionarse causalmente unos con otros ya sea por necesidad o por probabilidad. Es decir, si un personaje va a morir, este evento debe ser causado por otro anterior ya sea porque lo más lógico o probable es que suceda (cae enfermo y no hay tiempo para encontrar la cura) o porque no hay otra consecuencia posible (se cae de un edificio porque otro lo empujó).

ESTRUCTURAS CLÁSICAS

Gustav Freytag, dramaturgo alemán, consideraba a la trama como una estructura que dividía una historia en cinco partes como los cincos actos de una obra de teatro. Estas cinco partes son, en orden de aparición:

1. Exposición:

La exposición introduce a todos los personajes principales en la historia. Se muestra cómo se relacionan unos con otros, cuáles son sus objetivos y motivaciones así como el tipo de personalidad que poseen. La audiencia (el lector) puede tener muchas preguntas acerca de estos elementos pero estas preguntas son específicas. Lo más importante de la exposición es que la audiencia conoce al protagonista y el protagonista conoce su objetivo principal y qué es lo que está en juego si falla en lograr dicho objetivo así como la recompensa por lograrlo. Esta fase termina, y la siguiente comienza, con la introducción del conflicto.

1.1. Incidente detonante.

El incidente detonante es el punto final de la introducción y es aquel que obliga al personaje a lanzarse hacia el conflicto. Es una sola acción que provoca que la psique del personaje cambie y se decida a resolver el conflicto de una vez por todas. Es un elemento importante en la planeación de toda historia pues provoca en el lector la necesidad de seguir leyendo la historia y debe ser en concordancia tanto con el conflicto como con el planteamiento. Es decir, las acciones que detonan deben ser consonantes con lo que busca el personaje y al mismo tiempo debe ser un resultado obvio luego del planteamiento.

2. La acción ascendente.

La acción ascendente comienza justo después del incidente detonante y significa que el personaje está inmerso ya en el conflicto. La sucesión de los eventos hasta llegar al clímax elevan la intensidad de las emociones en la audiencia y mantienen la energía del relato en constante ascenso, de ahí su nombre.

Conflicto en el discurso de Freytag no debe confundirse con el Conflicto que categoriza las tramas en subtipos. La diferencia radica en que el Conflicto de Freytag se centra en los eventos que constituyen los obstáculos del personaje principal.

Generalmente, en esta fase, el protagonista entiende su objetivo y comienza a trabajar en dirección a ello. Pequeños problemas detienen su avance y, en esta fase, el progreso se enfoca en vencer estos obstáculos miniatura y le van dando herramientas nuevas, tanto física como psicológicamente, para las siguientes fases.

3. Clímax.

El Clímax es el punto de no retorno de una historia donde el personaje principal toma una sola decisión mayor que define el resultado de toda la historia y también define quién es él/ella como persona.

Esta fase comienza con un protagonista que ha vencido las barrear preliminares y está listo para enfrentar al adversario. Usualmente, al entrar en esta fase, ambos personajes (protagonista y antagonista) tienen un plan para vencer al otro. Ahora los tendremos uno contra otro de manera directa (o lo más cercano) siendo que anteriormente se enfrentaban a "la distancia".

Este enfrentamiento resulta con que ningún personaje gana o pierde de manera definitiva. Usualmente, cada personaje logra su objetivo parcialmente. Lo que cabe resaltar de este enfrentamiento central es que el protagonista toma una decisión que muestra su calidad moral y, al final, determina su destino. En una tragedia, el protagonista toma una "mala" decisión, una malinterpretación o un error de cálculo que finalmente lo lleva a la derrota.

El clímax con frecuencia contiene la mayoría de la acción en una historia, por ejemplo, una batalla épica.

4. Acción descendente.

La acción descendente está constituida por los eventos en la historia que provocan el final feliz del conflicto y lleva a los personajes a resolver el conflicto.

En esta fase el villano tiene la ventaja y parece que el mal triunfará. El protagonista se encuentra muy lejos de lograr su objetivo, aún más que antes de comenzar. La pregunta principal es de qué lado estará el protagonista o de qué manera podrá ganar; esto no debe ser obvio para la audiencia pero debe tener consonancia con lo acontecido anteriormente.

5. La resolución.

En este punto, el conflicto o el misterio ha sido solucionado. En esta etapa todos los eventos deben provocar alguna clase de emoción o efecto artístico en la audencia y no debe dejar cabos sueltos en la historia.


Limitaciones de la estructura clásica

Esta estructura clásica va muy de la mano con la aventura del héroe, es decir, esta estructura de cinco pasos es aplicable a muchas historias, tanto de amor como de aventura donde el personaje principal sufre cambios profundos que lo transforman en una mejor persona.

Existen muchas implicaciones psico y sociológicas acerca de esta estructura que no abarcaré porque son temas que no interesan al asunto en cuestión. El problema básico es que esta visión orientada a resultados limita la creatividad del autor en cierta medida. Es decir, como ya se conoce la estructura, se requiere de mucha habilidad para poder transformarla en algo nuevo y/u original.

Adicionalmente los conflictos que presenta la estructura clásica son muy lineales; el autor novel puede aprovechar esta estructura de la trama para llevar a cabo ideas más o menos "simples" (que no sencillas): buscar un tesoro, vencer a un malvado, conseguir un amor... pero cuando el mismo género o el argumento, e incluso el canon, no facilitan la aplicación de la estructura.

¿Qué se puede hacer entonces?

En la siguiente entrega: "Estructuras no convencionales de la trama".