Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
3 participantes
Página 1 de 1.
Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
Hola víboras, vengo para que me ayuden con algunas críticas con ésta historia, como bien puse en el título es un RFP con mi banda favorita, Tokio Hotel.
No es mi primer fic y tampoco es el último, así que todas las críticas son bienvenidas. La historia la pongo en Spolier.
Si necesitan algún dato de la historia pueden decirme y lo agrego.
Un pequeño resumen que hice sobre la historia:
¿Que harías si tuvieras en tu poder un libro con instrucciones peculiares? Un libro que te indicará paso por paso, lo que se debe hacer para enamorar a tu propio vampiro. Esto le sucedió a Will. Solo hay un pequeño detalle, conseguir un vampiro.
No es mi primer fic y tampoco es el último, así que todas las críticas son bienvenidas. La historia la pongo en Spolier.
Si necesitan algún dato de la historia pueden decirme y lo agrego.
Un pequeño resumen que hice sobre la historia:
¿Que harías si tuvieras en tu poder un libro con instrucciones peculiares? Un libro que te indicará paso por paso, lo que se debe hacer para enamorar a tu propio vampiro. Esto le sucedió a Will. Solo hay un pequeño detalle, conseguir un vampiro.
- HISTORIA:
- Como enamorar a un vampiro.
“El amor no tiene una forma definida, ni tampoco tiene género o físico con el cual reconocerlo. Simplemente se presenta a ti como un extraño y se queda como un eterno amante.
Recuerda que no debes rechazarlo, pues es probable que sea el verdadero.”
Crónicas de Mister William. Año de 1956, 13 de octubre.
Prólogo de un olvido ¿gracioso?
El profesor de geografía dictaba la última nota que debían estudiar sobre el océano Atlántico, cuando la campana dio por terminada la clase. Los alumnos no dejaron que el profesor terminara, pues empezaron a recoger sus cosas. Will miró por la ventana, estaba haciendo tanto calor que apenas lograba mantenerse de pie.
Recogió todas sus cosas y salió del aula no sin antes despedirse de su profesor, quien le dedicó una sonrisa amable. Por suerte para Will esa había sido su última clase, ahora podía dirigirse tranquilamente a la salida y esperar a Paola y Carolina, quienes eran mellizas. Vivían a un lado de Will, así que se iban juntas.
—¡Hola Will! —Will volteó al escuchar su nombre; había sido Johan McClarence, un chico alto y de cabello rubio, sus músculos hablaban sobre todo el ejercicio que hacía a diario.
—Hola Johan —saludó ella amablemente mientras se detenía y esperaba a sus dos amigas. Johan y Will cruzaron sus miradas por varios momentos, hasta que Paola llegó.
—¿Cómo te fue? —preguntó Will mientras daba la espalda a Johan y seguían hasta las primeras bancas cerca de la acera.
—Ni bien ni mal. Tengo algo de tarea, pero la puedo hacer más tarde. Creo que hoy tenemos que festejar —continuó Paola mientras Will se preguntaba: ¿Qué era lo que tenía que festejar? Que ella supiera, no habían fechas importantes esa semana.
—¡Bien!… pero, ¿Qué festejamos? —Will se encogió de hombros al ver que su amiga llevaba la mano a la frente.
—No puedo creer que olvides tu propio cumpleaños — comentó entre risas. Will empezó a realizar las cuentas de los días.
—¿Hoy es 13 de febrero? —preguntó ella, la pregunta era más para sí misma.
—Claro —Paola solo reía en voz baja, mientras, Will intentaba caer en la cuenta de que efectivamente era 13 de febrero y era su cumpleaños número diecisiete.
Ambas guardaron silencio por unos segundos y después retomaron la conversación, esta vez hablaron más a fondo sobre las tareas que debían realizar para mañana y lo que les gustaría hacer el fin de semana.
—Perdón —se disculpó Carolina mientras recuperaba la respiración. Había corrido desde el auditorio. Un trayecto demasiado largo.
—Supongo que fuiste hacer las audiciones para la obra escolar.
—Sí, pero ya no tuve tiempo, la campana sonó antes de que yo pasara. —Will sonrió alegremente. Las tres empezaron a caminar directo a la casa de ella, querían dejar las cosas para luego ir a tomar un café y probablemente visitar la nueva tienda de antigüedades que Madame Rossini había abierto en honor a su difunto esposo.
Sus conversaciones iban desde la postura ridícula del profesor de matemáticas hasta las parodias que ellas mismas hacían sobre los vampiros. Y claro que de vez en cuando salía un comentario sobre los chicos que ellas creían que eran guapos.
Will tomó la llave que se encontraba debajo del tapete de “Bienvenidos”, abrió dejando que pasaran primero sus amigas y luego ella.
—¿Alguien en casa? —preguntó Will mientras dejaban sus respectivas mochilas en el mueble que David, el padre de ella, había hecho específicamente para el uso de ellas tres.
—Hola cariño, que bueno que llegas —su abuela Teodora apareció detrás de las escaleras, estaba meditando, y ese lugar era perfecto para estar tranquila.
—Hola abuela.
—Buenas tardes —saludaron Paola y Carolina mientras se sentaban en la sala.
—Buenas tardes niñas —saludó su abuela como si fueran sus nietas, y ciertamente las veía como tales. —Tus padres fueron a casa de tu tía Margot, llegan tarde —dijo algo triste.
—Bueno, solo era para avisar que saldremos a tomar una taza de café y visitaremos a Madame Rossini en su nueva tienda —avisó Will para no dejar preocupada a su abuela, ya que ella era muy nerviosa y se preocupaba demás.
—Claro mi niña. Ve con cuidado —. Will tomó un poco de su dinero que había estado juntando de sus dos empleos.
Los lunes, miércoles y viernes trabajaba con su madre Victoria en el hospital general, gracias a su mamá sabía bastante de enfermería, y era enfermera auxiliar y de apoyo en ambulancias. Ya había visto casi de todo, y de vez en cuando aprovechaba cuando tenía la oportunidad de ver una operación.
Así que martes, jueves y sábados trabajaba con su padre en la tienda de discos. Tenía excelentes descuentos, y también tenía excelentes obsequios, pues cuando llegaban hacer una firma de autógrafos, ella estaba presente hasta que terminaba el espectáculo.
Salieron de su casa mientras seguían con aquella conversación pendiente sobre la inteligencia de Charlotte y Susan. Las dos chicas más populares de la escuela, y las más tontas según el criterio de Carolina.
A Will realmente no le importaba en lo más mínimo si eran inteligentes o no, lo único que le preocupaba era su enorme descuido de ella misma. Tendía a olvidar eventos importantes si de ella se trataba, como ejemplo su cumpleaños. Desde los ocho años olvidaba su cumpleaños.
Tenía excelente memoria, la cual, había desarrollado gracias a sus dos empleos desde temprana edad. Will tenía pensado en estudiar enfermería por internet y hacer la carrera de gastronomía.
Caminaron hasta la cafetería, se encontraba a casi cuatro calles de ahí, además pasaron a la tienda de obsequios para regalarle a Will un dije de la buena amistad, detalle que le fascinó a la festejada.
Se detuvieron en la tienda de mascotas que manejaba el señor Richard, tenía un par de hurones que a Carolina le fascinaban. Y después de otras paradas más, llegaron a la cafetería de Lucila Jones.
Después de casi tres tazas de café, decidieron retirarse de aquella cafetería. Aún tenían una parada más que hacer antes de regresar a casa y empezar con las tareas pendientes.
—Me siento totalmente llena, no cabe ni una galleta de avellana más —se quejó Paola mientras Carolina y Will reían ante su comentario, pues ambas estaban igual que ella.
La tienda que había abierto Madame Rossini estaba a tan solo cinco calles de donde ellas se encontraban, tenían a su favor el tiempo, pues apenas iban a dar las cinco de la tarde. Así que se aventuraron a caminar aquellas calles que al parecer de Carolina, las ayudarían a bajar todas las galletas de avellana y de jengibre que habían consumido.
Will conocía desde pequeña a Madame Rossini, quien era una mujer ya mayor, de unos setenta años para ser exactos. Creyó que con el accidente de su esposo Carl, en el cual perdió la vida, la haría caer en depresión; para muy sorpresa suya, Madame Rossini no cayó en ningún tipo de depresión, por el contrario, continuó como si no hubiera pasado.
—Creo que debimos tomar un taxi —se quejó Will mientras Carolina suspiraba porque pasará uno. Paola solo rió por lo bajo, pero también deseaba que pasara uno.
—¿Ese es Romeo? —preguntó Carolina mientras se detenía para observar mejor —. Sí, es él.
Will y Paola se detuvieron en el mismo instante que Carolina, intentando ver a donde Carolina observaba con mucha atención. Después de unos segundos lograron divisar al chico que según Carolina era Romeo. Estaba dentro de la tienda de libros “Rose”.
—¿Por qué lo miramos? —preguntó Paola mientras seguía caminando. Carolina imitó a su hermana, dejando a Will atrás, quien seguía viendo al chico. Romeo sintió la mirada y volteó para encontrarse con Will. Las mejillas de ella se coloraron y pronto se volteó y corrió directo hasta donde estaban sus amigas.
Will no comentó nada sobre el encuentro visual entre él y ella, dejando pasar una conversación de lo más intrigante y morbosa para sus amigas. Por fin habían llegado a su destino, la tienda de Madame Rossini estaba a tan solo unos cuantos metros de ellas.
La campanilla sonó en cuanto Paola abrió la puerta, entraron a la enorme tienda. Madame Rossini había hecho maravillas en ése lugar, la tienda contaba con planta baja y planta alta. Las paredes eran de un color marrón muy tenue, y varios cuadros decoraban lugares estratégicos.
—Que hermoso —dijo Carolina sin poder evitarlo.
—Muchas gracias —.Madame Rossini apareció detrás del mostrador, provocando que las chicas dieran un respingo. El acento de Madame Rossini siempre le pareció de lo más interesante a Will.
—Buenas tardes Madame Rossini —saludaron las chicas en coro mientras seguían admirando las cosas tan hermosas que había en aquel sitio.
—Feliz cumpleaños Will —comentó Madame Rossini mientras caminaba directo a ella, dándole la vuelta al pequeño mostrador.
—Gracias Madame Rossini.
—No tienes porque darlas. — Will ahogó una risita al escuchar su frase favorita con aquel acento, sonaba algo así como pogque daglas. —Te tengo algo que será muy útil pata ti, y creo que será muy interesante —confesó Madame Rossini —. Pero lo tengo en mi casa, talvez en la noche quieras darme una visita.
—Claro Madame Rossini, es un placer ir a visitarla. —comentó alegremente la chica. Y ciertamente disfrutaba tanto de la compañía de Madame Rossini, cada vez que podía la visitaba, a veces su abuela la acompañaba y otras su hermano Lucian.
Se quedaron solo un rato observando el lugar, sin duda pasarían más de una semana en revisar todo el lugar. El pendiente de realizar toda la tarea era lo que las apresuraba a llegar a casa. Pero decidieron quedarse una hora más.
Madame Rossini conversó con ellas y contó como había conseguido algunas pinturas y objetos de muy alto valor. También les contó algunas aventuras de cuando era más joven y aventurera, y de cómo conoció al amor de su vida.
Después del tiempo acordado se despidieron de Madame Rossini, no sin prometerle que visitarían la tienda el domingo sin falta. Tanto para ayudarle a terminar de acomodar varias cosas pendientes como para revisar la tienda de arriba abajo.
Esa vez pidieron un taxi y en menos de diez minutos estaban frente a la casa de Will.
—Creo que hoy no dormiré —anunció Paola—. Solo espero que la profesora de Aritmética no ponga pretextos para no revisar la tarea.
—Eso espero— la secundó Will mientras abría la puerta.
Carolina y Paola tomaron sus cosas no sin antes tomar una taza de té y de comer panques de nuez que la abuela de Will había preparado.
—Nos vemos en la mañana —se despidió Will mientras veía como sus amigas subían las escaleras de su hogar y entraban. Cerró la puerta y se dirigió nuevamente a la cocina para tomar otro panque de nuez recién horneado. Sin duda, su abuela la consentía demasiado. Subió a su habitación limpiándose las migajas que habían caído sobre su pecho.
—Mina… ¿Puedo ver Bob esponja en tu televisión? —Adam entró con su pijama de Bob esponja que su padre le había comprado hace dos semanas.
—¿Y tu televisión? —preguntó ella mientras se sentaba en su silla giratoria para iniciar con su tarea.
—Se descompuso cuando Lucian y Aurel jugaban con el balón de soccer—. Adam era el más pequeño de edad, con apenas 5 años de edad, siguiendo Aurel con 10 y Lucian con 15.
—De acuerdo —accedió, a su hermano se le dibujó una sonrisa en su tierno rostro de niño bueno, que de bueno no tenía nada, pues aprovechaba cada ocasión para hacer sufrir a su hermana con juegos dolorosos o humillantes.
Con todo eso Will lo adoraba, al igual que a su hermana Aurel, a Lucian y a su hermano mayor Cail quien se mudó a Londres para estudiar medicina.
Will dejó de pensar en viejos momentos para concentrarse en su tarea. Tenía que esforzarse para sacar buenas notas y así evitar la escuela de verano como el año pasado al reprobar física y química.
Desgraciadamente las torpes risas de los personajes animados no le daban la oportunidad de centrar su cerebro en la reacción de oxidación. Miró su móvil que se encontraba a unos centímetros de su mano izquierda. Tenía un nuevo mensaje.
Lo tomó entre su mano y deslizó la pantalla para poder leer el mensaje que decía:Feliz cumpleaños chica linda. Johan.
Se sonrojó al terminar de leer el nombre. Al parecer Johan aún sentía algo por ella, pero no quería reconocerlo del todo. De paso, Will miró la hora, faltaban solo quince minutos para las diez de la noche. Entonces recordó que tenía que ir a casa de Madame Rossini.
Maldijo por lo bajo por olvidarla por completo; se levantó de su asiento y fue directo a su armario para sacar una chamarra gruesa que la tapara del frío.
—¿A dónde vas? —preguntó Adam mientras observaba a su hermana.
—Con Madame Rossini, me dará mi regalo de cumpleaños —dijo mientras se calzaba la chamarra blanca.
—Yo también te hice un regalo —comentó Adam casi ofendido. Pensó que le restregaba lo del obsequio, pero no era así.
—Gracias Adam, regresando lo abrimos juntos —prometió antes de salir. Adam asintió y sonrió mientras continuaba observando sus caricaturas.
Will bajó las escaleras de dos en dos, antes de salir fue directo a la cocina por otro panque de nuez, pero por desgracia ya no había ninguno. Volvió a maldecir por lo bajo y se dirigió a la puerta.
—¿A dónde vas? —Aurel apareció de pronto, acción que siempre sorprendía a Will—. ¿Vas con tu novio? ¿Mamá sabe que tienes novio? ¿Cómo es?
—No tengo novio y voy a casa de Madame Rossini. —contestó de mala gana las preguntas de su hermana quien la miraba con una sonrisa traviesa. Aurel no creía lo que su hermana le había dicho; la menor creía que Will salía con su novio y decía que iba a casa de Madame Rossini solo para ocultar su cita amorosa.
—No te tardes mucho, ya no tardan en llegar nuestros padres.
Will solo asintió; cerró la puerta casi de un golpe. Por suerte, la casa de Madame Rossini estaba a la vuelta de la esquina. Era la segunda casa doblando la calle 46. El lugar estaba completamente solo, y estaría oscuro si no fuera por aquellos faroles que alumbraban perfectamente toda la avenida.
Sus pasos eran sigilosos y rápidos. Pronto, estaba frente a la puerta de la gran casa de Madame Rossini; no dudo en tocar el timbre y esperar a que abrieran, lo cual ocurrió segundos después.
—Buenas noches Madame Rossini, disculpe que venga tan tarde —se apresuró a decir Will.
—No te preocupes niña, yo entiendo perfectamente. Pero pasa que hace mucho frío—. Will entró con confianza. El aroma a hierbabuena y a menta inundó su nariz, sentía una sensación muy agradable al percibir las esencias.
—Ven, creo que lo dejé por aquí —comentó Madame Rossini haciendo referencia al obsequio de Will, quien no pudo evitar sonreír y sentir ansiedad por saber lo que era.
El salón principal estaba adornado por una alfombra persa enorme, sus colores vistosos provocaban que bajaras la vista para admirar cada figura plasmada. Del centro de la habitación colgaba un candelero de cristal descomunal.
Medía casi un metro de largo y dos de ancho aproximadamente. Los muebles eran de un color vino encendido. La mesa del centro era de vidrio, la cual estaba sostenida por una base decorada con rosas de marfil.
Madame Rossini tenía verdaderas y muy hermosas antigüedades en su poder. De su estante con libros que parecían biblias antiguas, sacó un libro grande, el color que predominaba en la pasta era el rojo.
Will miró intrigada el libro que aún estaba en manos de Madame Rossini; ella observaba con cariño aquel libro, pues había sido parte de su vida.
—Toma, espero te sirva como me sirvió a mí en mi tiempo—. Comentó Madame Rossini mientras le entregaba el libro.
Will tomó el libro y de inmediato sintió el peso del mismo. Estaba en perfectas condiciones, incluso se podría decir que era un ejemplar recién impreso. Observó la leyenda de la portada “Cómo enamorar a un vampiro”, y enseguida creyó que se trataba de una novela fantasiosa.
—Muchas gracias Madame Rossini, prometo cuidarlo muy bien —dijo mientras seguía observando la portada, comprendió que el libro era y es muy importante para Madame Rossini, y que la decisión que había tomado le había costado más de una noche.
—Muchas gracias cariño, te lo agradeceré eternamente —. La tomó del hombro—, solo una petición más—. Will subió la vista hasta encontrarse con la mirada de Madame Rossini—, jamás le enseñes el libro a nadie, debes guardarlo en un lugar seguro.
Will se sorprendió mucho al escuchar aquella petición, pero no dudó ni un segundo. Asintió y prometió nuevamente que cuidaría del libro.
Ambas dejaron aún lado el libro, Madame Rossini se dedicó a contarle sobre su viaje a Budapest. Ella tenía apenas 19 años cuando se embarcó en la aventura más importante y arriesgada de su vida, ahí fue donde obtuvo la cicatriz de su hombro derecho, un zigzag marcaba su piel aperlada y ahora con manchas que el tiempo dejó.
Tomaron una taza de té de manzana con canela, que acompañaron con pequeños bocadillos y bizcochos rellenos de crema pastelera que Madame Rossini había hecho hace poco.
—¡Dios! Ya es media noche —Will se levantó de golpe al escuchar el reloj cucú que colgaba de la pared de enfrente.
—Muy cierto pequeña, es mejor que partas antes de que tus padres te prohíban visitarme —comentó Madame Rossini mientras Will se colocaba nuevamente su chamarra y guardaba el libro bajo la misma. Con mucha suerte y algo de fuerza aplicada sobre el cierre, logró esconderlo perfectamente.
Will se despidió de Madame Rossini y salió lo más rápido que sus piernas le permitieron. Dobló la calle y divisó el auto de sus padres, rezaba porque estuvieran de buen humor. Antes de abrir la puerta se detuvo a recuperar un poco de aire.
Entonces la puerta se abrió de golpe, dejando a Will sin palabras.
—¿Dónde andabas? —preguntó su madre con mirada inquisitorial. Atrás de ella estaba Aurel, quien seguramente sugirió algunas cosas.
—En casa de Madame Rossini —contestó aún sin aire.
—Sí, es cierto… hueles a hierbabuena y menta. —Su madre se sintió más segura al confirmar que su hija no se fugaba con un chico.
Will subió directo y sin escalas a su habitación, guardando el libro en la única parte que estaba a salvo; dentro de su armario había un pequeño escondite que había encontrado hace años junto con Paola, el cual se había convertido en su escondite secreto. El libro era muy grande, tanto que dudaba que entrara en el escondite, pero suerte para ella, el libro tuvo el tamaño exacto y entró perfectamente en el sitio.
Después de haber escondido el libro y de colgar su chamarra bajó para saludar a su padre.
—Hola papá.
—Feliz cumpleaños Mina—, su padre había puesto en la mesa dos discos de algunas bandas que a Will le encantaban, el gesto hizo que a Will se le iluminara el rostro.
—Gracias papá —se dieron un fuerte abrazo, su madre también la felicitó y la abrazo de igual manera; la fila de abrazos era algo larga, al igual que la de los regalos.
Pasaron solo treinta minutos en la sala en lo que Will abría sus obsequios, recibió una agenda de parte de su abuela, mientras que su madre le regaló una novela romantica que le habían recomendado sus compañeras de trabajo. Adam le regaló un dibujo de ella y él, junto con una bufanda negra con detalles rosas y blancos. Aurel por su parte le regaló un par de guantes de cuero.
Lucian por su parte, le compró las temporadas de la serie televisiva “Criminal Minds”, y Cail le había enviado por paquetería un par de botines londinenses hermosos.
Podría disfrutar de sus obsequios más tarde, pues tenía que terminar la tarea; el día no estuvo a su favor. Y antes de continuar, recordó la mirada de Romeo, aquel chico de cabello largo y negro, de mirada hipnotizante. Tenía casi el mismo estilo que Bill Kaulitz, compañero de clases de Will.
Bill compartía la mesa de biología con ella al igual que la de física. Tenían alemán y latín juntos, al igual que las clases de matemáticas, geografía y deportes. Mientras que con Romeo, pasaba casi todo el día con él. Ambos estaban en todas las clases, pero jamás le había puesto la atención que le puso en aquel instante en la calle.
Terminó su tarea pasadas las dos de la madrugada, quitándose la ropa y sus zapatos, colocándose su pijama de Hello Kitty.
Eris- Crítico sin remedio
-
Mensajes : 142
Edad : 32
Localización : En mi tienda de manzanas.
Fecha de inscripción : 19/11/2010
Re: Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
Hola chica, pues primero que nada quiero saber tu nombre. Sí, ya sé, tal vez lo encontrarás super raro, pero creéme que no es para ningún mal fin. Me parece que han hecho un plagio de tu fic. Una tipa que yo conozco, dice que esté escrito es suyo, y de hecho le cambio algunas cosillas. Ella enfocó la historia en Romeo de Cinema Bizarre, y cómo tú mencionas en la descripción tú lo estas haciendo enfocandolo a Tokio Hotel.
Entonces quiero saber si tú eres la victima del plagio ó tú has hecho el plagio.
Es una duda muy grande que me surgió, al encontrar esta historia aquí, porque no tiene licencia ni nada que se le parezca y esta tipa registra todos los que dice que son sus trabajos en "Safe creative".
Entonces por ello es importante que me digas tu nombre, si no quieres decir tu verdadero nombre yo lo comprendo, pero entonces ¿Podrías facilitarme los nombres de usuario que hayas usado para registrarte en algún otro foro?
Por favor, es de suma importancia.
GRACIAS.
Última edición por Turkaulitz el Sáb 20 Ago 2011, 21:40, editado 4 veces
Turkaulitz- Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Re: Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
- Spoiler:
- Creo que sería algo muy bajo eso de plagiar fics, así que defendiendo a mi compañera, tal vez sea la otra escritora quien plagió el escrito; espero que no sea todo lo contrario .
Bueno linda Eris, espero no haber perdido mi toque y hacerte una crítica ortográfica; vamos a ver qué tal:
¿Que harías si tuvieras en tu poder un libro con instrucciones peculiares? Un libro que te indicará paso por paso, lo que se debe hacer para enamorar a tu propio vampiro. Esto le sucedió a Will. Solo hay un pequeño detalle, conseguir un vampiro.
—No tienes porque darlas. — Will ahogó una risita al escuchar
Bueno querida, para iniciar veo problemas con las tildes diacríticas, en éste caso en el "que" con el cual inicias el pequeño resumen; pues debe llevar tilde cuando se indica pregunta o exclamación. Igualmente la tilde en 'sólo'; lo entenderás mejor si ingresas al link que te dejé . Además me pareció ver una bonita coma revoloteando por donde no debe (de hecho, las vi a lo largo de tu escrito. Es mejor tener más cuidado con la mala ubicación de los signos de puntuación).
Creo que iría mejor así:
¿Qué harías si tuvieras en tu poder un libro con instrucciones peculiares? Un libro que te indicará paso por paso lo que se debe hacer para enamorar a un vampiro. Ésto le sucedió a Will. Sólo hay un pequeño detalle: conseguir un vampiro.
y
—No tienes por qué darlas —Will ahogó una risita al escuchar...
Querida, creo que "Will" no te morderá si lo sustituyes por "él o ella", que a veces me dio la impresión de redundancia con respecto a esto.—¡Hola Will! —Will volteó
Supongo que ya lo sabes, pero lo diré: jamás deben ponerse signos de puntuación en el diálogo si después sigue narración:—Sí, pero ya no tuve tiempo, la campana sonó antes de que yo pasara. —Will sonrió alegremente.
—Diálogo.
—Diálogo —narración.
—Diálogo —narración—, diálogo.
—Diálogo —narración—. Diálogo.
En fin... Creo que llego hasta aquí, querida.
En sí tu fic se me hace muy llamativo, más aún cuando es sobre la banda que cambió mi vida (en serio. Sólo que ahora ya ni la escucho xD). Espero no estar muy perdida y comprender que Will y sus amigas son personajes tuyos y no personajes reales (ojalá no esté tan atrasada en noticias ).
Me viene agradando la idea .
¡La mini-víbora te deja, Eris!
OT:
- Spoiler:
- En serio, creo que perdí mi toque y ya no tengo ni jugo de manzana. ¡Si cometí horrores garrafales avísenme, plizzz!
Hidden_1- Rastreador de Badfickers
-
Mensajes : 353
Edad : 27
Localización : En tu ventana.
Fecha de inscripción : 24/06/2011
Re: Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
¡Ho! Samantha: ésa tipa soy yo, Lyris o Eris, cómo gustes decirme linda. No hay ningún palgio, hasta ahora e.e y espero siga así. No te preocupes que, Erish y Lyris son la misma persona. ¿Ok?
Saludines~
Hidden Linda, pero gracias por ayudarme. De verdad es una hermosura la ayuda que das, ahora mismo leo detenidamente todo para corregir.
Saludines hermosa~
P.D. Volveré para colocar de nuevo la historia o el prólogo y tal vez el primer capítulo.
Saludos víbora~
Saludines~
Hidden Linda, pero gracias por ayudarme. De verdad es una hermosura la ayuda que das, ahora mismo leo detenidamente todo para corregir.
Saludines hermosa~
P.D. Volveré para colocar de nuevo la historia o el prólogo y tal vez el primer capítulo.
Saludos víbora~
- Spoiler:
- ¡Hidden! Claro que son producto de mi imaginación; no pienso volver a caer en el mundo del mal.
Amo a Tokio Hotel, gracias de verdad.
Eris- Crítico sin remedio
-
Mensajes : 142
Edad : 32
Localización : En mi tienda de manzanas.
Fecha de inscripción : 19/11/2010
Re: Cómo enamorar a un vampiro. [RPF-TH]
Muy bien, ya te explique lo del plagio por messenger ^^ espero lo tomes en cuenta que puede haber posible plagio, yo seguiré checando por ahí, y cualquier cosilla yo te aviso
saludos~
saludos~
Turkaulitz- Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Temas similares
» ¿Cómo enamorar al hermano de mi amiga?, by Blankilla
» Entrevista al Vampiro; by Lucy 11
» Vampiro, la verdadera cara. [Original]
» La Niña y el Vampiro, por crystale-mil [CCS]
» Un vampiro en mí cama [Naruto]
» Entrevista al Vampiro; by Lucy 11
» Vampiro, la verdadera cara. [Original]
» La Niña y el Vampiro, por crystale-mil [CCS]
» Un vampiro en mí cama [Naruto]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.