Twins: Una historia de amor (HP)

He leído ya otros trabajos de tu autoría e invariablemente no dejan de disgustarme, al parecer tengo un problema tremendo con las curvas de tu narrativa que, al final del crepúsculo, no es más que una triste redacción. Hace algunos días te miré abriendo un tema en que pides ayuda para inmiscuir más de éste elemento, sin embargo no creo que la deficiencia conste de cuán mucho de ello posea un escrito, de serlo no tendríamos la posibilidad de considerar literarios a las poesías —tanto en prosa como en lírica— que son los haikus.

El problema, a mí peculiar punto de contemplar, no es la cantidad de la narrativa. Hemos apreciado ocasiones en que autores —como Christopher Paolini, autor de Eragon— hacen las más obesas narrativas y sin miramiento alguno, éstas continúan siendo la mar de despreciables. Y con esto me baso para creer que el deseo de presentar un escrito políticamente bueno, te ha azotado contra el hermetismo común de la mayor cantidad de redacciones.

Lo cierto es que los escritores, primero necesitamos aprender a escribir como la buena RAE nos indica, lo terrible moraría si nuestra visión como escritores se sostuviera de cuánto RAE señalase porque ocurriría como ahora a ti; cada palabra en tinta se volvería un improperio gélido. Considero que como escritos, los tuyos, que anhelen la emoción de espectador están faltos, mas cual redacciones expresan netamente una estructura cuidada, aunque no excelsa.

Requieres sucumbir a la metamorfosis, comprender al personaje y ser —por más descabellado que sonare— el mismo quien habla en los diálogos, o quién se desinhibe mediante la narrativa, para entonces ser un declarado de la paradoja que enmarca al escritor; la sinceridad y el engaño ofrendados en igual bandeja.