Sobre personajes y homosexualidad

En diversos temas de este foro otros usuarios habeis expuesto diversos argumentos a favor de la conveniencia de que exista un protagonista homosexual. La variedad de argumentaciones expuestas abarca desde la mas concreta y concisa, hasta las que añaden prolijos discursos basados en la teoría de género, el llamado hetero-patriarcado, y otros conceptos que posiblemente requieran una explicación mas amplia.

Dejando eso para otros temas de debate, lo que quiero plantear es una duda mas, digamos, práctica: Como escritor, ¿como puedo tratar con un personaje homosexual y hacer que me quede bien descrito?

No es una pregunta ociosa, dados dos datos de partida.
El primero, que estoy trabajando en una historia ambientada en una sociedad de ese tipo.
El segundo, que, a juzgar por la cantidad de gente de este foro que ha escrito en otros temas que odia el yaoi por estar "mal planteado", realmente parece algo que podría venir bien no solo a los escritores de este foro, sino a todos en general.

Queda claro que ya se que el personaje no estará definido exclusivamente por esta característica, sino que es una mas de las que componen su personalidad como un conjunto. En ese sentido, no existen dificultades en su desarrollo: se trata simplemente de crear un personaje, con unos rasgos, objetivos, ambiciones y una posición de partida, que podrían (o no) verse influidos por la condición sexual. Según el ejemplo que citaban de Harry Potter, seguiría siendo necesario darle rasgos de personalidad y situación familiar.

Sin embargo, al igual que sobre otros personajes, sean secundarios, protagonistas, heteros u homos, se nos suministra información (aunque sea de refilón) sobre su vida amorosa, en este caso habrá que hablar en algún momento de la vida amorosa -o carencia de ella- de nuestro personaje gay. Que vendría a ser prácticamente la única dificultad,

He tratado de determinarlo basándome en las diversas formas que he visto en otros libros, películas y series de televisión, y la verdad es que ninguna de ellas me ha terminado de convencer.
La conclusión a la que he llegado es a que existen estas diferentes formas:

-Dejar pistas: Arriesgado por la cautela que debe emplearse. Si el escritor se pasa de sutil, se expone a que el lector no capte las pistas (y luego se sienta confundido cuando caiga en la cuenta), o si se pasa de directo, a provocar una reacción tipo "¿Por qué has tardado doce capítulos en decir a las claras que Fulanito es hetero si ya desde el primer capítulo me lo estampaste en la cara?".

-La "bomba", o soltarlo de repente: ¿Para que romperte la cabeza dejando pistas sutiles que pueden no ser comprendidas por los lectores? Hacer que el propio personaje, o uno de sus amigos, explique a otro (y al lector de paso) "Fulanito es gay" te lo soluciona enseguida. Este es el pensamiento de muchos escritores, especialmente escritores de libros para adolescentes.
¿El problema? Parece una forma un poco frívola de solucionarlo, como si simplemente el autor no tuviera ideas. Por no mencionar que en algunos casos puede llevar a que el lector se sienta estafado.
Pienso por ejemplo en Dumbledore, que la autora desveló ese detalle de una manera tan nefasta (en una entrevista en televisión, nada menos, sin dar ninguna pista en los libros) que la impresión que dio fue "Me acabo de inventar que Dumbledore es gay solo porque no se me ocurría otra cosa de la que hablar".

-La sorpresa: La típica escena de "Te pillé" de la comedia americana de situación, en la que uno o mas personajes pillan a una pareja en pleno "cuchiplancheo", pero con el matiz de que se trata de una pareja gay, en vez de una pareja heterosexual. Tiene los mismos problemas que la bomba; las posibilidades de escribirlo mal son muy elevadas, y según el género de la historia, puede parecer un intento torpe de hacer una gracia.

Y luego esta el asunto de la mala representación. Con un personaje hetero, es posible recurrir a todo tipo de clichés, que como mucho te dirán que esta mal construido. Pero con uno homosexual, el menor error en su tratamiento se convierte de inmediato en furiosos flames acusando al autor de "homófobo", "machista", "heteropatriarcal", etc. O si se entra en detalles sobre la vida sexual, flames en sentido contrario diciendo que si el autor es un "degenerado", etc. Con lo que se añade un componente de presión social.

De modo que tengo la duda sobre como se debería tratar con este tipo de personajes, y considero que estaría bien aportar sugerencias, tanto para saber mejor como hacer las críticas de ese tipo de personajes, como para futuros escritores que se animen a llevar a cabo la tarea de crear un protagonista homosexual.

Sinceramente encuentro que la peor forma de hacerlo es "la bomba" aunque eso no quiere decir que las otras dos estén exentas de problemas, lo mejor que se puede hacer es irlo dando de a poco, desarrollar la personalidad del personaje como debe ser y si se da la casualidad que lo notan estaria bien y si no pues cuando el escritor lo quiera decir lo sabrán. A menos que sea algo de utilidad para la trama en cuyo caso si es necesario hacerlo mas especifico y tal

Consejo #1: Ten tú muy claro y deja muy claro que tu personaje es un personaje tal y como una persona es una persona. Él sólo no va a representar el total de un colectivo aunque quieras.

Consejo #2: Nunca olvides que la narración es la diferencia entre una buena caracterización y una mala caracterización.

Consejo #3: Déjate claro a ti mismo cómo se aceptan las relaciones homosexuales en el contexto social de tu novela. No hay nada más absurdo que que nos digas a principio de novela que los homos son eug para la mayoría de la gente y luego el único personaje gay de la historia tenga millones de amigos que no tienen ningún problema con que salga del armario. Lo real es que haya gente que no se lo esperara o que aunque diga "No es asunto mío. No te voy a mirar diferente" se pongan tensos cuando dicho personaje hable de amor.

Consejo #4: Por favor, deja el drama homosexual de gente que te pega y/o te echan de casa para las novelas que tratan explícitamente de la vida sexual de cualquiera que no sea hetero. Por favor.

Por mi parte, los mejores ejemplos de cómo hacer esto bien son las novelas de los Siete Reinos de Kristin Cashore. La primera novera, Graceling, es básicamente una novela heterosexual. Supongo que lo único que se podía considerar homosexual era el primo de la protagonista, Raff, y su mejor amigo de la infancia, Bann. Y, aun así, sólo si torcías mucho la cara y le echabas mucha imaginación. La única "pista" que nos dieron en el primer libro fue ésta:

Spoiler:

En la tercera novela se confirma cuando la protagonista de dicha novela, Bitterblue, ve cómo uno de ellos le da un beso afectuoso en la oreja a otro, así, de refilón.Como estos personajes no entran en acción en ninguno de los libros y son, digámoslo así, apoyos o voces de la razón, a mí no me parece mal que se den de esta manera. Su vida sexual no interesa para la trama pero al momento de que la tercera protagonista descubra este hecho, su vida es un caos y todo está patas arriba, y ella se consuela en que, en medio de todo lo malo y horrible, en la vida de la gente pasan cosas bonitas.

La segunda novela, sin embargo, no tiene los mismos protagonistas ni la misma línea de tiempo. Hay que remarcar que en ella se reconoce que la prota es bisexual, debido a los siguientes párrafos:

Spoiler:

Como ves, la confesion no es escandalosa ni morbosa, así como deja claro en el momento que la relación entre las dos chicas no es bienvenida. Hay gente que pregunta por ahí si es cosa suya o Fuego es bisexual pero para cualquier bisexual es claro como el agua y tan cierto como que el cielo es azul que lo es. Dude, la representación no es tan difícil como mucha gente cree.

Esto con respecto a escribir sobre ellos.