(Original) Me blood and sacrifice.

¿Cuándo muere de verdad una persona?, ¿cuándo termina de verdad su vida?, ¿cuál es el comienzo de la vida? ¿Qué es en realidad la muerte? .Nos preocupamos tanto por saber de donde venimos y a adonde vamos que no nos ponemos a pensar que son en realidad la vida y la muerte que es de verdad esa pared que separa ambas cosas si es que algo de verdad las separa. Quizás estemos muertos desde el momento que abrimos los ojos para encontrarnos con este “hermoso mundo”.
Ahora que estoy tirado en el suelo, tocándome el pecho tratando de que deje de sangrar mi corazón sin heridas externas, ni tampoco internas, es una herida que no deja marcas en ningún lado pero si deja el síntoma de haber aparecido. Ahora es cuando me doy cuenta que mi vida no empezó hace 15 años atrás cuando salí del interior de mi madre, mí vida empezó cuando levante la mirada y me encontré con tus ojos cafés. Cuándo me di cuenta que tenia a alguien a quien proteger y que la únicamente muerte que sentía era la de ver tu sonrisa desaparecer, la de parpadear y en ese instante no verte. La muerte de mi único y mas fuerte de todos mis miedos…perderte.

Estoy atrapado en un lugar tan oscuro que tener los ojos cerrados o abiertos son lo mismo, es tan frío que llego al punto de sentir mi cuerpo tener que arder, estoy atado de pies y manos cayéndome en un agujero que no tiene fondo. Puedo escuchar tus gritos a lo lejos, llamándome entre sollozos. Tu voz parece quebrada y débil, creo poder sentir las espinas recorrer tu voz…tu dulce y para mi, melodiosa voz. Esa voz que me saco de algo que mata a miles de personas, esa voz que me dijo tantas cosas que nadie me había dicho nunca, la primera voz que logro que cerrara la boca.

-¡Despierta!, ¡Kenshin despierta!- a pesar de frío de mi cuerpo, puedo sentir tu cabeza sobre mi pecho el cual ahora solo piensa en dormir esta muy cansando al igual que todo mi cuerpo. Tus manos me sostienen la cabeza por la nuca y las gotas de lluvia se resbalan por mi mejillas como si fueran las lagrimas que no puedo llorar, repites una y otra vez mi nombre pero yo no puedo ni siquiera contestarte .Mi garganta tiene un gran nudo, uno que apenas logra que pueda respirar creo que mis pulmones ya no pueden mas, los vidrios de mi cristalino corazón se han roto y los pedazos se pasean por donde pueden. Rasgando todo mi interior. Quiero levantar aunque sea una de mis manos, acariciarte como menos con la yema de uno de mis dedos sentir otra vez tu rostro, sonreír ante la idea de que esa cara como el resto de tu cuerpo son solo míos poder decir una estupidez que haga parar tus lágrimas. ¡Maldita sea! Soy un inútil que no puede ni siquiera proteger tu sonrisa, alguien orgullosamente tonto que no supo como pedir ayuda. Quizás si no hubiese actuado por mi cuenta, ahora ambos estaríamos haciendo una fiesta para festejar el fin de nuestros problemas y el comienzo de nuestra felicidad. Pero no… Creo que ya mi rostro perdió el color, será que se eso por que te noto llorar mas amargamente llamándome con mas insistencia que antes. Parece que al final el destino me gano de nuevo. Ya es suficiente, ya tus gritos de dolor son unos murmullos, tus caricias son casi imperceptibles como las del viento. Tus lágrimas son mas caliente comparadas con el muerto frío de mis mejillas. La herida se esta haciendo mas grande, me esta creando un hueco negro y quizás solo yo puedo sentirlo. Será raro para ti mi no volver a cruzar tu mirada café con mi mirada celeste, doloroso no juntar nunca mas mis labios con los tuyos , insufrible el echo de que tendrás que seguir adelante sin mi…con tanto sufrimiento hasta el mismo cielo seria un infierno…pero creo que hasta mis fuerzas de quejarme se esta yendo…oye Sebastian se que quizás no me escuches ahora pero cuida mis audífonos ¿vale? . Apenas me estoy manteniendo conciente,pero creo que me he dado cuenta que estas dispuesto a aceptar la realidad de lo que ocurre,ya que no te escucho llorar mas ni llamarme.Ahora solo siento tus calientes y suabes labios posarse lentamente sobre los míos.Siento otra gota,pero esta es diferente es mas caliente que las demas,creo que enrelidad es alguna lagrima tuya,la última que llegare a sentir luego de este último beso.Creo que ahora si quiero llorar,llorar por no poder corresponderte este beso,por no acariciarte en este momento,por no abrazarte fuertemente y poder gritar a los cuatro vientos cuanto te amo,siento tus labios alejarse lentamente ya no respondo,ya no siento nada,apenas si puedo escucharte.Ya el dolor del principio desaparecio,ahora siento que solo me queda dejarme llevar mientras escucho tu último..te amo..


[..]


Capitulo 1: "Principios y continuaciones"

Año 1999. “Casa de juegos”

Abrí rápidamente los ojos de un solo golpe, como si despertara de una horrible pesadilla eso era lo que pensaba pero, de lo que no me había dado cuenta era que la a pesadilla era la de abrir mis ojos y ver el perturbador paisaje que me rodeaba. Era un lugar sumamente oscuro, iluminado con velas que tenían un olor extraño como su color sumamente rojo, podía escuchar las gotas de agua caer de un caño oxidado pero aquel sonido rápidamente fue opacado por un grito desgarrador y luego un pedido de ayuda al cual le siguieron varios mas, eran como piezas de un domino cayendo una detrás de la otra parecía que no había fin. Los gritos se escuchaban lejos aunque yo los sentía cerca, la tenue luz de las velas me ayudaba al menos a visualizar mejor aquel lugar impregnado con el metálico olor a sangre.

Maderas viejas y notablemente podridas eran las paredes de aquel lugar, había una ventana delante de mí pero estaba sellada con maderas en forma de cruz no dando posibilidad alguna a entrar como menos un rayo de sol. El suelo era sumamente frío y muy duro como si fuera de un muy duro adoquín. De pronto salgo de mis pensamientos al escuchar la puerta abrirse lentamente con un chillido.

-Kenshin Haku Goodoshi ,5 años de edad-escuche una voz grabe y rasposa totalmente desconocida para mi, por lo que dirige rápidamente mi mirada hacia donde aquella voz. Apenas podía verle pero cuando se puso enfrente de mí la luz de las velas me ayudo a visualizar a un hombre alto quizás pasando el metro noventa de altura, era bastante robusto quizás pasando los 100 kilos. Sus ojos eran tapados por sus largos cabellos dándole una imagen sádica ya que bajaba la cabeza pero mantenía su mirada fija en mi, yo solo sentía como me moría del miedo no podía moverse estaba totalmente atado de pies y manos con una soga negra la cual me pesaba sintiendo como me aplastaba lentamente como si fuera una anaconda.

Las lágrimas caían por mis mejillas sucias, parecía que me hubiera opaco completamente. Con el blanco de mi cabello apago, mi blanca y tersa piel cambio a tener un color sumamente pálido, perdía la respiración con mi propio nudo al no poder gritarle que me soltase. Mire como se alejaba caminando detrás de mi dándome un poco mas de tranquilidad pero pronto note como volvía de nuevo ante mi pero con un herrete, un fierro con el cual se marca al ganado. No te que tenia una extraña marca la cual decía “Wrath”. Me retorcía como podía al notar que acercaba esa cosa a mi no pude mas el él tipo había arrancado la pesada cuerda de un solo tirón me tomo con una sola mano ambos brazos mientras que con la otra acercaba el herrete, mi corazón se detuvo no pude mas. Cerré los ojos y la oscuridad predomino nuevamente.

Abrí muy lentamente los ojos con el miedo de que ese hombre aun se encontrara allí, pero no había nadie solo el ruido de las gotas caer sobre el suelo, no mucho después escuche como el viento resoplaba con furia contra la sellada ventana y casi instantáneamente el ruido de espesas gotas afuera. Estaba lloviendo.

-Mami…-murmure con la voz débil y entrecortada como si hubieran roto un vidrio dentro .Me dolía todo mi pequeño y escuálido cuerpo apenas si podía apoyar las manos sobre el duro suelo , una punzada de dolor en mi hombro derecho hizo que cayera nuevamente, tosía me costaba respirar parecía como si me hubiesen dado una fuerte golpiza. Mamá, papá era lo único en lo que pensaba, era lo único que me interesaba no sabia como había terminado en ese lugar mi ultimo recuerdo era que venia de una fiesta con mis padres luego me fui a la cama por que era tarde y comenzaría mañana mi primer día de clases. Estaba tan ilusionado…
Con mucha dificultad logre ponerme finalmente de pie, dirigiéndome a la puerta con mis pocas fuerzas cayéndome una y otra vez. Rezaba, suplicaba, sollozaba que la puerta se encontrara abierta y para mi suerte lo estaba. No me puse a pensar si la dejaron abierta apropósito solo quería largarme lo antes posible de ese lugar.

La luz cegó mis suaves y cansados ojos celestes tanto así que tuve que cubrirme con mi antebrazo derecho. Parecía el pasillo de un hospital todo de color segadoramente blanco, pronto volví a escuchar los gritos desgarradores de niños quizás de mi misma edad. Se me pudo la piel de gallina al pensar lo que le estaban haciendo yo salía de una puerta en un pasillo del cual no había mucho enfrente así que apoyándome en las paredes asome mi cabeza para ver si el hombre de antes se encontraba por los alrededores. Pero no había nadie todo se mantenía desierto quizás seguiría torturando a los demás chicos, eso pensé. Pero de repente escuche un horrible ruido, uno que me quedaría grabado en la mente. El sonido de huesos romperse, de la carne siendo desgarrada de la manera mas brutal, de los órganos caer al suelo esos ruidos fueron los que comenzaron a reinar el lugar y cada vez que escuchaba eso se restaba un grito desgarrador dejándome a la peor de las conclusiones al pensar cual termino siendo el destino de aquellos otros chicos. Las amargas lágrimas comenzaron a caer sobre mis pálidas mejillas, no pude mas tome todas las fuerzas que tenia y comencé a correr.

Eran 6 puertas, cada una con nombre diferente los cuales no vi, ni tampoco quería ver no quería saber el nombre de esos chicos que no pude ayudar mi brazo derecho no paraba de dolerme hacia esfuerzos infinitos para no llorar de tanto dolor. Seguí corriendo hasta que llegue a las escaleras que llevaban a la planta baja me detuve en el descanso apoyándome en la pared. Mamá, papá ellos eran mi única razón para salir de ese lugar tenia que salir de allí con vida por ellos, tenia que dejar de llorar y apresurarme pero me dolía demasiado el cuerpo. Me deje caer cerrando mis hinchados ojos a causa del llanto, tome el aire que necesitaba solo tenia que seguir bajando las escaleras y pasar ese gran portón rojo que podía divisar desde el descanso.

-¡Ira! ¡¿Dónde estas mocoso maldito?!- era esa voz grabe y rasposa, abrí rápidamente los ojos estoy seguro que mi cara era de puro espanto. Oí sus pesados pasos acercándose donde yo estaba también escuchaba que arrastraba algo pesado un ruido muy perturbador como si rasguñaran un pizarrón. Me levante lo mas rápido que puse solo tenia que bajar las escaleras cruzar la puerta y todo acabaría.

-No te escaparas Ira- escuche su voz mientras bajaba el gran hombre traía un acha la cual ya tenia manchas de sangre que dejaba rastros por donde la arrastrara. No quise mirarle no quería seguir viendo aquella sangre por lo que corrí mas rápido pero no el penúltimo escalón de madera se rompió hacinado que yo cayera al suelo dándome fuertemente contra este mi brazo derecho. El gran hombre se paro en el descanso y alzo su hacha no quise ver, no tenia mucho miedo cerré los ojos lo mas fuerte que podía en ese instante. No resistí nuevamente, pronto todo volvió a ese color negro.



...¿ira?...



Año 2010, “Despacho de un loco”


Me encontraba dando vueltas en mi gran sillón azul, era lo único de color que no fuera blanco en mi despacho. Las paredes, el suelo, los muebles, la biblioteca inclusive los libros de esta, todo era segadoramente blanco los rayos de luz que se colaban por el gran ventanal tampoco ayudaban mucho a la vista de quienes entraban. En mi caso no tenía problema alguno con tanto blanco, era un color puro que siempre representa la esperanza, pureza la contra de la oscuridad…la odiosa oscuridad.
Miraba en reloj digital que se encontraba encima de mi despacho arriba de algunos libros que no había terminado de leer. Eran las 7 de la mañana, los pétalos de Sakuras se golpeaban contra los vidrios de gran ventanal yo sol daba vueltas en mi sillón rompiendo el sepulcral silencio con el chillido que este daba cada vez que hacia una nueva vuelta. Mirando para mis adentros con los ojos abiertos mi rostro continuamente inexpresivo podía escuchar los murmullos de otras personas que decían que mis ojos eran vacíos y sombríos como intentar mirar la misma oscuridad. Mi antes brilloso celeste infantil desapareció de mi mirada desde hace mucho años, al darme cuenta de la verdad de la vida, de tener una carga bastante grande desde pequeño.

Termine dado vuelta mirando el hermoso paisaje que me daba el ventanal, deje caer mi cabeza hacia la derecha entrecerrando los ojos quizás esperando algo. Siento como se abre la gran puerta de mi despacho a lo termino de cerrar los ojos tranquilamente esperando escuchar la voz del intruso.

-Haku, la reunión comenzara en dentro de cinco minutos y tu estas aquí dando lata con tu silla- ese tonó de voz suave pero a la vez intenso esa manera altanera de hablarme. Si, era Shuiko a lo que solo me di vuelta para mirarle fijamente. Como siempre estaba vestido de ropas…”extrovertidas”. Un par de pantalones de Jin sumamente cortos dejando ver sus suaves y largas piernas brillantes como si pusiera alguna clase de crema o algo. Una polera con cuello de tortuga de color negra, pero no tenia la manga derecha y en la otra tenia cortes desde el hombro hasta en antebrazos dejando huecos que parecían garras. Botas largas de color negro también con hilos de color gris como su cabello el cual era corto hasta el cuello el cual siempre estaba desordenado y rebelde, luego sus ojos color perla hipnotizantes como los de una manipuladora serpiente.


-Comprendo-dije de manera cortante y seca mientras me levantaba de la silla arreglando el cuello de mi traje blanco, para luego arreglar un mechón de mis blancos cabellos de puntas azuladas. Sin mas salí de mi despacho a compañía de Shuiko, el es mi mano derecha y también la izquierda. Un chico que es totalmente lo contrario a mi lo que logra que podamos complementarnos. Yo el manipulador y el estafador casi lo mismo pero a su vez diferente. A pesar de los rumores de que somos algo más que una relación de trabajo nuestra relación es muy…difícil de explicar. Pero en fin no hay amor de por medio, solo somos dos chicos que sufrimos algo que nunca nadie podrá entender, ambos con una oscura marca que nos seguirá a lo largo de nuestras vidas.




Capitulo 2: “Un capitulo antes de encontrarnos.”

"Cayendo voy,
Dentro de mi sombra,
Siento tu respiración,
La muerte en la noche esta…"

Corro lo mas fuerte que puedo mis pies descalzos se mostraban insensibles ante aquel pasto carmesí que brillaba de manera cegadora como todo lo que tenia aquel mismo color, es decir, las flores, las montañas, las nubes del cielo, todo era de ese color todo brillaba de esa manera pues no había sol solo una luna enorme llena de arrugas como si la hubieras estrujado y luego la hubieran estirado de nuevo, como un papel. No había cielo en su lugar había un manto negro. Pero yo no podía detenerme a mirar mas de los que alcanzaba con el rabillo de mis ojos cafés pues yo estaba persiguiendo algo o más bien a alguien, aunque la verdad no tuviera idea.
Me detengo en seco justo enfrente de la gran luna de papel arrugado, pues había alguien mas, una persona que salía del suelo como si despertara de un largo sueño solo alcanzo a ver su espalda pero por todos los brillos del lugar noto que es más bajito que yo, que sus cabellos son blancos pero con las puntas azuladas…todo en aquel chico era tan blanco que resaltaba sobre todo el rojo y negro. Como si absorbiera los otros colores, como si ellos brillaran en el.

"…No temas,
A cuentos de brujas,
Por que al verte sonreír,
Reflejas la felicidad en ti…"

Me quedo perdido mirando como el viento hacia bailar los cabellos de aquel chico, mis ojos se entrecierran de manera tan suave como si me hipnotizaran lentamente, pero adoraba sentir eso. Comienzo a caminar lentamente hacia ese chico que poco a poco se da la vuelta hasta dejarme ver su hermoso rostro ojos finos y profundamente celestes pero eran algo opacos como querer mirar el sol desde las profundidades de un arrecife.
Su piel es tan pero tan blanca, se nota que también es suave, esos labios parecen tan finos tan… tan… abro de mas ambos ojos ante mis pensamientos que causaron que me ruborizada abruptamente pero ese chico, ese ángel solo me miraba fijamente como si no notara aquella reacción mía. Es entonces que ahora logro mirarle de manera mas seria, pues esa expresión mas que serena parecía… triste.

- ¿Por qué estas triste?- pregunte de manera suave pero en ese lugar todo era eco. El chico me mira sorprendido, no entendí el por que de esa reacción. Pero luego pensé que quizás en mucho tiempo o nunca nadie le había preguntado eso… La tristeza ahora no quiso ocultarse ahora se materializo en los ojos de ese bello ángel. Di más pasos pero abro de más ambos ojos pues los pétalos de todas aquellas flores comenzaron a volar hacia el cielo de manera violenta.

"…Nos vemos en sueños, baby
Incluso si son pesadillas…"


Ese ángel se abrazo a si mismo caminando hacia atrás con el cuerpo temblando, y ahora su hermosa mirada tapada por su flequillo negaba fuertemente y yo comencé a correr la distancia me era poca pero me fui dando cuenta que en realidad era demasiada, que no podía llegar. Entonces todo parece detenerse, ese ángel sube la cabeza dejando solo uno de sus ojos visibles.
Rojo carmesí.
Los pétalos así como volaron cayeron de manera abrupta totalmente violenta contra el suelo pero al hacerlo todo se deshizo, todo se volvió liquido, todo se volvió sangre, sangre que salto como si fueran miles de olas chocando entre si.
Ese ángel, desapareció al deshacerse la luna de papel, pues se había mojado con las de sangre.

7:30 AM.

Me siento de golpe en mi cama, me encuentro totalmente sudado y con semejante sueño… o pesadilla bueno lo que sea que fue eso, cualquiera se levantaría asustado de esa manera ¿No?, ah suspiro y miro el molesto reloj que sonaba con esa chillona alarma.

-¡Ya te oí! ¡Maldita sea!-dijo molesto apagando la molesta cosa para luego levantarme. Al voltear la mirada me encuentro con mi celular en la mesita de luz, tenia la pantalla prendida, lo tomo entre mis manos y resulta que tenia una llamada perdida.

-Por eso la canción-murmure, pues en mi celular cuando me llaman tengo de tono de llamada un fandub de “Paper Moon”* y ya que importa eso. Lo importante era el sueño ¿Otra vez? Ese lugar, ese chico, ese final ¿No significara algo?...Bueno iba a fijarme de quien era aquella llamada pero una molesta voz me asusta de tal manera que me hace soltar el celular, el cual cae en la cama.

- ¡¡Sebastian!! ¡Llegas tarde al trabajo!-esa es la voz de mi molesta hermana menor Sandra, pequeño de piel morena cabellos castaños ojos cafés, le gano por tres años, es toda una molestia, pero aunque me pese, es mi molestia.

- ¡¿De que hablas mujer?! ¡Son a penas las 6!-le grite molesto mirando mi ahora silencioso despertador.

-¡Inútil son las 7:30! ¡Tu reloj anda mal!

-¿7:30?...-no me lo creo pero agarro mi celular, ahora si le tome atención a la hora que decía este.-… ¡¡¡LLEGO TARDE!!!-grite de tal manera que seguramente toda la casa retumbo ante mi grito. Si, es totalmente patético que a los 22 años llegue tarde al trabajo por quedarme dormido.

[…]


-Haku… Haku…Despierta-Abro lentamente los ojos al sentir aquella suave de Shuiko llamarme, le miro algo confundido no entiendo bien donde me encuentro pero la cabeza me duele un poco, aun así no quiero hacerlo notar y comienzo a inspeccionar el lugar con mi mirada, me encontraba en mi cuarto.
-¿Qué paso?-pregunte cerrando nuevamente los ojos, no tenia ánimos como para mantenerlos abiertos.

-Cuando salíamos de la reunión te desmayaste, ¿Estas comiendo bien? –Me pregunto ahora su voz sonaba tan calida, tan preocupada por mi.

-… Si, es que… -abro lentamente los ojos mirando aquella expresión en Shuiko, era tal cual su voz, calida y preocupada mirándole fijamente con sus ojos color perla esperando mi respuesta con suma atención.

-No te inyectaste la insulina cierto-dijo seriamente para luego cerrar suavemente ambos ojos.- Haku ¿Por qué haces estas cosas? Te comportas de manera tan infantil…

-Tengo demasiadas cosas que hacer, es normal que me olvide de eso.-dijo sin prestarle mucha importancia a asunto pero desvío la mirada.

-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡¿Acaso no te importa vivir?!

-No me grites… simplemente me lo olvide…-me siento en la cama para luego mirar fijamente a mi molesto compañero.- … Lo siento.-bajo la mirada otra vez.

-…Haku…-Yo solamente sigo mirando mis blancas sabanas, la verdad sabia bien que tenia que inyectarme la insulina pero de alguna manera quería olvidarlo. Olvidar ese otro problema en mi, la verdad simplemente quería sentirme irresponsable por una vez, desde las muertes de mis padres todo tubo que caer sobre mi, es tanto, es demasiado, todo es demasiado…

-¿Te has dejado otra marca?-Me hablo nuevamente Shuiko a lo que siento como posa su fría mano sobre mi antebrazo derecho. Yo solamente sonrío de forma suave, mis brazos tienes muchas marcas, muchas heridas que yo mismo me he hecho.- ¿Acaso crees que lastimándote de esta manera esa marca desaparecerá?

-Preferiría decir que quiero sentir mas el dolor de la carne que el del alma, pero supongo que esa es una excusa muy cliché ¿Verdad?, una excusa demasiado normal para alguien como yo.

-No puedes herirte a ti mismo de esta manera, ¿Acaso no te quieres?

-Cuando alguien más me quiera comenzare a quererme.