De sucesos y valores.
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De sucesos y valores.
Queridas víboras, vuelvo a requerir de vuestra sincera opinión.
Cuando escribí este texto me dio la sensación de que simplemente estaba vomitando lo que quería decir y por más que lo revisaba esa sensación no desaparecía. Aún ahora, que ya está publicado, sigo teniéndola. Por ello me gustaría saber vuestra opinion acerca de él, de cómo está escrito, de cómo está expresado su contenido y también el enfoque que le he dado al mismo. Quizás de esta forma encuentre que es aquello en que he fallado y que hace que no acabe de estar convencida. O digamos, que esté menos convencida de lo que lo estoy normalmente.
Cuando escribí este texto me dio la sensación de que simplemente estaba vomitando lo que quería decir y por más que lo revisaba esa sensación no desaparecía. Aún ahora, que ya está publicado, sigo teniéndola. Por ello me gustaría saber vuestra opinion acerca de él, de cómo está escrito, de cómo está expresado su contenido y también el enfoque que le he dado al mismo. Quizás de esta forma encuentre que es aquello en que he fallado y que hace que no acabe de estar convencida. O digamos, que esté menos convencida de lo que lo estoy normalmente.
De sucesos y valores.
Curioso día el de hoy, sin duda.
Para variar, vagaba yo por el mundo de los humanos observando y analizando las calles y todo lo que en ellas hay, cuando dos personas llamaron mi atención.
El molesto ruido del claxon de los coches o el estrepitoso sonido que emitía el motor de las motos no lograban hacer desaparecer ése aura de paz que los envolvía.
Sus brazos enlazados, el compás armonioso de su caminar, sus miradas llenas de cariño, sus sinceras sonrisas, eran una muestra clara y concisa del amor que se profesaban.
El paso del tiempo y sus dificultades no habían logrado separarlos. Al contrario, habían hecho más fuerte el lazo de su amor.
Porque, ¿es que acaso no se crece uno en la debilidad?
Ellos eran la clara prueba de que la respuesta era un indudable sí.
Ella, con el rostro arrugado, sus sensuales curvas perdidas, su abundante cabello desaparecido, los labios maltratados por el paso de los años, seguía siendo bella a los ojos de su marido. Y no era necesario hablar con él para saberlo, bastaba con prestar atención a las miradas y palabras que le dedicaba.
Él, perdido ya su atractivo varonil, sus músculos caídos, su tez reseca y áspera, sus manos rudas y deterioradas por el trabajo, seguía siendo el hombre más apuesto para ella. Seguía atrayéndola como la primera vez, porque a pesar de que la belleza física había sido arrastrada con el paso del tiempo, permanecían sus virtudes. Aquellas que una vez la enamoraron y que la habían mantenido, y la mantenían, unida a él para el resto de la eternidad.
La gente al pasar los observaba y a muchos se les escapaba un tierna sonrisa o un sutil suspiro. Incluso me atrevería a afirmar que a la mayoría les invadía el mismo deseo fugaz de vivir una vejez similar.
Seguí mi camino, sin poder evitar esa sonrisa que bailiaba en mis labios, y me detuve frente a un callejón poco alumbrado. Allí, arropados por la oscuridad, otra pareja vivía su propia historia.
El fuerte cuerpo de él la aprisionaba, impidiendo el paso del aire entre ellos, dañando el débil cuerpo que se hallaba preso entre él y la pared.
Cuando sus labios se separaron, ella aprovechó para hacerle saber que le estaba haciendo daño.
Pero él no se separó. Simplemente, volvió a besarla, con más rudeza, con más ansiedad.
Ahogó un grito de dolor cuando él le cogió de los cabellos con fuerza y la atrajo más hacia su cuerpo, si cabe, para profundizar el beso.
La mano que le quedaba libre la acariciaba sin pudor por doquier donde le apeteciese. Y ella lo permitía, más por miedo a replicar, que por placer a ello.
Se sentía mareada por la falta de aire. No había espacio para que sus pulmones se llenasen de oxígeno y él casi no le daba tiempo para respirar entre beso y beso.
Si no paraban durante unos segundos acabaría desmayándose.
Lo empujó levemente, con suavidad y cariño, para hacerle saber, en una petición silenciosa, que necesitaba un poco de espacio.
Pero él la ignoró.
Volvió a intentarlo, esta vez con un poco más de fuerza.
La reacción fue la misma.
Una sensación de agobio y ansiedad se apoderó de ella. Necesitaba espacio en ese mismo instante. No era un capricho; era una necesidad.
Alterada, empujó con todas sus fuerzas al cuerpo que seguía encima de ella impidiéndole algo tan vital como la simple acción de respirar.
Cogió varias bocanadas de aire y sintió como la ansiedad iba desapareciendo, dando a su vez lugar a la calma.
Clama que duraría poco. Era perfectamente consciente de ello.
Levantó sus ojos y no se sorprendió de la ira que empeñaba los azulados ojos de él. Aquellos que en su día la habían hechizado y que aún la mantenían presa, sin intención alguna de dejarla marchar.
De nuevo, el miedo volvió a invadirla. Sabía lo que venía a continuación. Y no le quedaba otra que resignarse.
El último pensamiento lúcido que Alicia tuvo antes de que la pesadilla comenzase, fue que quizás hubiese sido mejor morir querida entre besos que humillada entre puños y alaridos.
No pude hacer nada por ella muy a mi pesar. De todos modos, os dejo el final a vuestra imaginación. Será lo más sano para todos.
Como ya os he dicho, hoy ha sido un día curioso. Algo confuso para mí, en realidad.
Os preguntaréis por qué digo esto, ¿cierto?
Bien, pues permitidme que os exprese la respuesta en forma de pregunta.
¿Es qué acaso no es la sociedad de las nuevas generaciones aquella que profesa la tolerancia, que exige respeto, que presume de carecer del ago tan prehistórico como el machismo?
¿No es ésta, la vuestra, una sociedad que afirma creer, sin pudor alguno, en el amor?
Entonces, permitidme que me pregunte cómo se explica que los hechos demuestren lo contrario.
Quizás va siendo hora de que nos planteemos ciertos valores. A veces, con más frecuencia de la que solemos imaginar, vale la pena girar la vista hacia atrás y aprender un poco de aquellos que soléis marginar de la sociedad por haber vivido "demasiado" tiempo
Shrezade- Ninfa del Bosque
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Fecha de inscripción : 30/08/2008
Re: De sucesos y valores.
Hola, Ninfita.
Pues te comento.
La primera pare es preciosa, de veras, me ha encantado. La idea que pretendes transmitir también es muy válida, el problema que le encuentro es que tienes algunas incoherencias lógicas por el camino.
En cuanto a la parte final, el comentario... bueno, es algo libre porque plasmas tu opinión. Pero para lograr un texto cerrado, lo que planteas antes del final es de vital importancia porque debe ser lo que lleve al lector a la misma conclusión que esbozas tú. Y en lo personal no veo mucha conexión entre en principio y el final.
No sé si me he explicado bien. Si no, pregunta.
Pues te comento.
La primera pare es preciosa, de veras, me ha encantado. La idea que pretendes transmitir también es muy válida, el problema que le encuentro es que tienes algunas incoherencias lógicas por el camino.
Esta frase no tiene sentido. Al menos con ese "quizás". ¿No es lo que cualquiera en uso de razón preferiría? No estás diciendo nada importante. Para validar ambas parte (primera y segunda) y unirlas, necesitas un nexo mucho más fuerte y coherente. Puedes comparar que en la primera pareja ha muerto la pasión y ha sido sustituida por el cariño y la calma, mientras que la segunda es una relación tormentosa, pasional, peligrosa y finalmente mortal. Si lo planteas así, sí puedes hacer la comparación.El último pensamiento lúcido que Alicia tuvo antes de que la pesadilla comenzase, fue que quizás hubiese sido mejor morir querida entre besos que humillada entre puños y alaridos.
En cuanto a la parte final, el comentario... bueno, es algo libre porque plasmas tu opinión. Pero para lograr un texto cerrado, lo que planteas antes del final es de vital importancia porque debe ser lo que lleve al lector a la misma conclusión que esbozas tú. Y en lo personal no veo mucha conexión entre en principio y el final.
No sé si me he explicado bien. Si no, pregunta.
Re: De sucesos y valores.
Te has explicado a la perfección Blacky.
Creo que he mezclado ideas. Las situaciones que planteo no se acaban de corresponder con la reflexión que quería hacer en un principio. Y el resultado ha sido que he acabado forzando, por decirlo de algún modo, la conclusión. He estado pensando sobre la idea que me has dado y aunque todavía no se me ha ocurrido nada concreto creo que finalmente podré dar forma a las ideas difusas que ahora mismo nublan mi mente.
Por cierto,
Menos mal que te has dado cuenta, ni siquiera me había percatado de ello.
Gracias por tomarte un tiempo y darme tu opinión
Creo que he mezclado ideas. Las situaciones que planteo no se acaban de corresponder con la reflexión que quería hacer en un principio. Y el resultado ha sido que he acabado forzando, por decirlo de algún modo, la conclusión. He estado pensando sobre la idea que me has dado y aunque todavía no se me ha ocurrido nada concreto creo que finalmente podré dar forma a las ideas difusas que ahora mismo nublan mi mente.
Por cierto,
Esta frase no tiene sentido. Al menos con ese "quizás". ¿No es lo que cualquiera en uso de razón preferiría? No estás diciendo nada importante.
Menos mal que te has dado cuenta, ni siquiera me había percatado de ello.
Gracias por tomarte un tiempo y darme tu opinión
Shrezade- Ninfa del Bosque
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