Corazón herido, por Rociiooo [Inuyasha]
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Corazón herido, por Rociiooo [Inuyasha]
Fic: CORAZÓN HERIDO
Autor: Rociiooo
¿Os suena esto?, ¿no?
Y si te enseño esto...
Estracto de la novela "Corazón herido" de Diana Palmer.
Ya estamos otra vez con Diana Palmer. Que manía con sus novelas, pero si no tiene una decente.
No contenta con plagiar la obra de otra autora encima lo hace mal.
Autor: Rociiooo
Debido al comportamiento de Inuyasha hacia kagoma en el pasado, él era el último hombre sobre la tierra al que ella acudiría para que le salvara la vida, ahora que estaba enferma. Pero Inuyasha se había propuesto arreglar las cosas con Kagome, y demostrarle que el pasado no tenía ya ninguna influencia sobre su relación.
¿Podría un médico acostumbrado a cuidar de sus pacientes, cuidar de alguien que poco a poco le estaba robando el corazón?
Capítulo 1:
Mientras recorría el pasillo en dirección a la unidad de cardiología del hospital Saint Mary, oyó los comentarios que se hacían a sus espaldas y no pudo evitar sonreírse. Aquella mañana acababa de ser entrevistado para la televisión local sobre sus hábitos en la sala de operaciones. El entrevistador había descubierto que al doctor Inuyasha Taisho le gustaba oír la música del grupo de rock Desperado durante las operaciones a corazón, abierto que realizaba y por las que era mundialmente conocido. Las enfermeras y el resto del personal del área de cardiología donde trabajaba habían pasado el día bromeando acerca de ello. Formaban un buen equipo, así que no le molestó. De hecho, muchos de sus compañeros eran también seguidores de Desperado, el grupo originario de Wyoming.
El doctor Taisho era de piel bronceada y muy atractivo. Con sus brillantes ojos ambar buscaba a la esposa del paciente al que acababa de implantar una válvula protésica en el corazón.
La mujer no estaba en la sala de espera de la segunda planta, junto a los quirófanos, donde se suponía que debía estar. Por equivocación, la enfermera la había enviado a la sala de espera de la entrada del hospital, y cuando telefoneó allí, no pudieron encontrarla. Era una mujer de mediana edad cuyo marido había sido ingresado en el hospital con problemas en una válvula cardiaca y su estado se había complicado a causa de una neumonía. Había requerido un gran esfuerzo por parte de Inuyasha, además de alguna que otra oración, para salvar la vida de aquel hombre. Ahora tenía buenas noticias para su esposa, pero no podía encontrarla.
Se abrieron las puertas del ascensor y allí estaba ella, acompañada por su joven hijo, algunos familiares y una de las monjas del hospital. Tenía los ojos hinchados de tanto llorar, y reflejaban su desesperación.
-Todo ha ido bien -dijo sin más preámbulos-. Tiene un corazón fuerte.
-Gracias a Dios -murmuró la mujer abrazando a su hijo-. ¡gracias Dios mío! y gracias a usted, doctor Taisho.
Extendió la mano y se la estrechó.
-De nada –contestó Inuyasha con una dulce sonrisa-. Me alegro de que pudiéramos ayudarlo.
Junto al cirujano estaba el cardiólogo. Fue él quien recibió a la mujer ya su hijo cuando llegaron a la unidad de cardiología, y les explicó el procedimiento de cauterización así como la colocación de la válvula. Fue él quien los reconfortó y les dio esperanzas. La mujer le estrechó a él también la mano y le dio las gracias.
El doctor Ben Copeland se encogió de hombros.
¿Os suena esto?, ¿no?
Y si te enseño esto...
Corazón herido
Debido al comportamiento de Ramòn hacia Noreen en el pasado, él era el último Hombre sobre la tierra al que ella acudiría Para que le salvara la vida, ahora que estaba Enferma. Pero Ramón se había propuesto Arreglar las cosas con Noreen, y demostrarle Que el pasado no tenía ya ninguna influencia Sobre su relación.
¿Podría un medico acostumbrado a cuidar a sus pacientes cuidar de alguien que poco a poco le estaba robando el corazón?.
Capitulo 1
Mientras recorría el pasillo en dirección a la unidad de cardiología del hospital Saint Mary, oyó los comentarios que se hacían a sus espaldas y no pudo evitar sonreírse. Aquella mañana acababa de ser entrevistado para la televisión local sobre sus hábitos en la sala de operaciones. El entrevistador había descubierto que al doctor Ramón Cortero le gustaba oír la música del grupo de rock Desperado durante las operaciones a corazón abierto que realizaba y por las que era mundialmente conocido. Las enfermeras y el resto del personal del área de cardiología donde trabajaba habían pasado el día bromeando acerca de ello. Formaban un buen equipo, así que no le molestó. De hecho, muchos de sus compañeros eran también seguidores de Desperado, el grupo originario de Wyoming.
El doctor Cortero era moreno y muy atractivo. Con sus brillantes ojos negros buscaba a la esposa del paciente al que acababa de implantar una válvula protésica en el corazón.
La mujer no estaba en la sala de espera de la segunda planta, junto a los quirófanos, donde se suponía que debía estar. Por equivocación, la enfermera la había enviado a la sala de espera de la entrada del hospital, y cuando telefoneó allí, no pudieron encontrarla. Era una mujer de mediana edad cuyo marido había sido ingresado en el hospital con problemas en una válvula cardiaca y su estado se había complicado a causa de una neumonía. Había requerido un gran esfuerzo por parte de Ramón, además de alguna que otra oración, para salvar la vida de aquel hombre. Ahora tenía buenas noticias para su esposa, pero no podía encontrarla.
Se abrieron las puertas del ascensor y allí estaba ella, acompañada por su joven hijo, algunos familiares y una de las monjas del hospital. Tenía los ojos hinchados de tanto llorar, y reflejaban su desesperación.
-Todo ha ido bien -dijo sin más preámbulos-. Tiene un corazón fuerte.
-Gracias a Dios -murmuró la mujer abrazando a su hijo-. gracias Dios mío! y gracias a usted, doctor Cortero.
Extendió la mano y se la estrechó.
-De nada -contestó Ramón con una dulce sonrisa-. Me alegro de que pudiéramos ayudarlo.
Junto al cirujano estaba el cardiólogo. Fue él quien recibió a la mujer ya su hijo cuando llegaron a la unidad de cardiología, y les explicó el procedimiento de cauterización así como la colocación de la válvula. Fue él quien los reconfortó y les dio esperanzas. La mujer le estrechó a él también la mano y le dio las gracias.
El doctor Ben Copeland se encogió de hombros.
Estracto de la novela "Corazón herido" de Diana Palmer.
Ya estamos otra vez con Diana Palmer. Que manía con sus novelas, pero si no tiene una decente.
No contenta con plagiar la obra de otra autora encima lo hace mal.
Última edición por Shrezade el Lun 01 Jun 2015, 18:36, editado 5 veces (Razón : Añadir nota.)
cliodonna- Desmoderador
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Localización : En las entrañas del averno
Fecha de inscripción : 18/04/2008
Re: Corazón herido, por Rociiooo [Inuyasha]
Este es un plagio que se trata en el foro PLAP, por eso se cierra este tema aquí y se abre otro en nuestro foro hermano.
Yo paso a dejarle un amable review sobre derechos de autor y esas cosas.
Edito: por si les itneresa el tema se encuentra en esta dirección.
Yo paso a dejarle un amable review sobre derechos de autor y esas cosas.
Edito: por si les itneresa el tema se encuentra en esta dirección.
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