Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo, por yuukinoodle

Dos hadas entre los hombres de la comunidad del anillo. Un pasado que se quiere olvidar. Un amor casi olvidado. Y un secreto que debe ser descubierto antes que sea demasiado tarde.

El Bosque negro era tan extenso en lo más profundo de su negrura iba una pobre hada unos centímetros más baja que sus captores. Esos tres hombres llevaban caminando varios días buscando una tan solo una hada para capturar y que esta les concediera sus deseos más profundos.

Un grito de dolor se dejo oír, luego otro y otro. Hasta que todos sus captores estaban en el suelo moribundos llenos de flechas. Maika miro hacia todos los lados posibles a su alcance, no vio a nadie, asustada corrió sin descanso. Detrás suyo se alcanzaban a oír pasos apresurados que se acercaban cada vez más.

-Espera Maika- escucho la voz de una mujer. Se paro en seco, asustada giro la cabeza y después el cuerpo completo. Una figura de una persona alta al igual que los elfos estaba a unos cuantos metros de ella cubierta con una capucha que solo dejaba ver sus piernas descubiertas. -¿Quién es usted?- pregunto la joven Hada de castaños rizos que llegaban hasta su cadera. –No puede ser que no me recuerdes- contesto la elfo, como Maika la había reconocido. La mujer se llevo sus maños hacia su capucha y la retiro lentamente para que se viera su hermoso rostro. Los grandes ojos azules de la hada se abrieron sorprendidos al ver el rostro de su compañera.

La chica delante de ella aparte de alta, sus cabellos eran blancos como la nieve y sus labios rojizos como el carmín. En sus ojos color violeta podía verse la alegría que emanaba al ver a Maika.

-Soy yo Haldried- fue lo único que pudo pronunciar pies la hada se le había adelantado y al correr esta había caído encima de ella. –Te extrañe- dijo entre sollozos la castaña –Yo también- y la abrazo como una madre.

-La extrañe princesa al igual que su abuela- dijo Maika acomodanse el vestido.-Yo también- contesto con una sonrisa melancólica –Y ¿Cómo esta la abuela?- antes del contestarle miro hacia los arboles tratando de encontrar su pequeño bolso donde traía las plantas medicinales que la Hada reina le había encargado –Un poco enferma-. -¿De qué?- Pregunto alterada –Solo me voy por unos días…- Años- interrumpió –Bueno para mi fueron días… pero he vuelto para jamás irme- vuelve a sonreír ahora con alegría –Bueno, bueno, vámonos antes de que la Reina se enoje y nos quiera desaparecer-.

*Flashback*

-Pero abuela yo no quiero irme, el compromiso ya esta hecho, además no puedo dejar a mi hermana sola- grito Haldried desconcertada. –Tienes que irte- decía la Reina Hada guardando las ropas de, en ese entonces muy joven, Haldried. – Pequeña…si Shanik te encuentra… no me lo perdonaría- abrazo a su nieta. –Pero…-. –Pero nada esta misma noche tienes que irte de Rivendell -.

De noche Haldried salía de sus aposentos para dirigirse en donde estaba su caballo. Triste al dejar atrás a su prometido, a su hermana… su reino. Todo estaba perdido.

Paso toda la noche cabalgando, al llegar a su destino tuvo que dejar libre a su querido corcel. –Vete Dorihir, eres libre- empezó a llorar al darse cuenta que no volvería jamás.

*Fin de Flashback*

¿Qué tal autora? Mi nombre es Kao y vengo del foro de los Malos fics y sus autores donde tu historia ha sido llevada.

Como se te mencionó en el mensaje equívocamente anónimo que te envié en un principio (mi culpa completa, lo admito) tus personajes originales son potencialmente Suescos. Como te mencioné anteriormente, las Mary Sues son personajes hermosas, perfectas y que acaparan la atención de todo y todos. La trama gira a su completo alrededor y le quita el protagonismo a los personajes cannon que, ya te había comentado, ni siquiera están apareciendo en el fic.

Te comenté que tu ritmo narrativo es muy rápido, saltas de una escena a otra en un tiempo bastante veloz haciendo que nosotros como lectores nos perdamos en cierto punto pues el mal ritmo de la narración provoca confusiones entre un hecho y otro.

El link sigue siendo:

h,t,t,p, :/ / malosfics. foroes . b,i,z, / t13906-quien-olvida-su-pasado-esta-condenado-a-repetirlo-por-yuukinoodle

Si el link no funciona sólo busca el nombre de nuestro foro en el navegador de tu preferencia. Tu fic se encuentra en: Angband, fanfics del Señor de los Anillos

Un saludo cordial.

Kao.

(Lamento si parece que te asedio pero es importante para mi trabajo que haya constancia que fuiste notificada de nuestra labor con tu fic)

Gracias por decirme, aun así lo tenía en cuneta (soy autocrítica y algo autodestructiva).
Soy nueva en esto, nadie es perfecto, pero aun así he editado estos últimos minutos la ff. Tuve el error de apropiarme de todo (hacerla novela que es lo que generalmente hago, ff casi no).
El error enorme que vi fue que dividí el primer capítulo en 3 (lo reconozco fue una decisión que tome y estuvo mal).
Ya que fuiste tan amable de darme una recomendación y opiniones yo te daré un consejo.
Lee Metahistoria de Hayden White (no se sí lo hayas hecho ya) es un buen libro habla sobre como criticar un texto.
Saludos c:

En efecto, nadie es perfecto y todos estamos aquí para aprender. Entiendo si eres nueva, todos lo fuimos en algún momento de nuestra vida.

Suerte con tu historia y, con respecto a tu recomendación la agradezco aunque ya he leído el libro, y es de muchísima ayuda.

Que tengas una buena vida.

―La extrañe princesa al igual que su abuela- dijo Maika acomodanse el vestido.-Yo también- contesto con una sonrisa melancólica –Y ¿Cómo esta la abuela?- antes del contestarle miro hacia los arboles tratando de encontrar su pequeño bolso donde traía las plantas medicinales que la Hada reina le había encargado –Un poco enferma-. -¿De qué?- Pregunto alterada –Solo me voy por unos días…- Años- interrumpió –Bueno para mi fueron días… pero he vuelto para jamás irme- vuelve a sonreír ahora con alegría –Bueno, bueno, vámonos antes de que la Reina se enoje y nos quiera desaparecer-.

∞.∞.∞

El Bosque negro era tan extenso, en lo más profundo de su negrura iba una pobre hada unos centímetros más baja que sus captores. Esos tres hombres llevaban caminando varios días buscando una tan solo una hada para capturar y que esta les concediera sus deseos más profundos.

Maika cansada de tanto caminar cayó en el pasto. Ya que iba atada de sus muñecas la iban arrastrando sin darse cuenta que ya hacia en el suelo.

El hombre más alto la levanto de un solo jalón.

―Deberías tener más cuidado, no queremos que nuestro tesoro se maltrate― dijo al que tenia el lazo en la mano.

―no tengo la culpa que esta hada sea tan ton… ―Maika tiro del lazo e hizo caer al regordete, trato de huir pero otro de los hombres más bajito piso el lazo y la tiro.

―no corras preciosa ―le dijo mientras la levantaba por los cabellos.

El tipo regordete que se hacia llamar Monrock trato de llevar los labios de Maika a los suyos cuando sin aviso alguno una flecha se clavo en su espalda.

―Pero abuela yo no quiero irme, el compromiso ya esta hecho, además no puedo dejar a mi hermana sola―grito Haldried desconcertada. ―Tienes que irte―decía la Reina Hada guardando las ropas de, en ese entonces muy joven, Haldried―, pequeña…si Shanik te encuentra… no me lo perdonaría―abrazo a su nieta. –Pero…― refutó la chica. ―Pero nada esta misma noche tienes que irte de Rivendell―.

De noche Haldried salía de sus aposentos para dirigirse en donde estaba su caballo. Triste al dejar atrás a su prometido, a su hermana… su reino. Todo estaba perdido.

Paso toda la noche cabalgando, al llegar a su destino tuvo que dejar libre a su querido corcel. –Vete Dorihir, eres libre― empezó a llorar al darse cuenta que no volvería jamás.

Se abrazaron como si no hubiera fin. Como si la noche tardara en aparecer.

―Esto hay que celebrarlo ―dijo Keidra separándose de Haldried―, a hacer los preparativos que esta noche habrá fiesta ―ordenaba a sus asistentes. ―Todo para mi pequeña princesa, no nuestra princesa ―vocifero.

La celebración comenzó al iniciar la oscuridad. Hadas danzando alrededor del fuego haciendo rituales a favor de la Reina y la princesa que por tantos años habían esperado.

―Gracias abuela ―dijo Haldried.

―esto es para ti, he estado esperado este día ―contesto Keidra señalando con la mano abierta todo lo que los ojos de su nieta podían admirar.

Maika que estaba danzando veía de reojo a Haldried sonriendo cada vez que sus miradas se encontraban.

Adentrada la noche la celebración llego a su fin. Todas las Hadas diurnas se preparaban para dormir y las nocturnas comenzaron su trabajo.

En los aposentos de Haldried, donde Keidra y Maika la acompañaban y ayudaban a desempacar.

Ese sería su nuevo hogar o eso creía.

Era una mañana esplendorosa todas las hadas hacían sus trabajos con premura. Mientras que en el cuarto de Haldried había una gran calma.

Sus pensamientos estaban llenos de recuerdos de un pasado que jamás podía olvidar. El nacimiento de su hermana, la pelea contra Shanik, las primeras palabras de Maika, la verdad de su nacimiento, cuando lo conoció, su compromiso y cuando tuvo que huir por su vida.

Haldried que llevaba tiempo sentada en su cama, miraba atenta un anillo que tenía en la palma de su mano.

―Sí no hubiera tenido que irme, ahora estaríamos casados ―la tristeza inundaba su alma.

―también lo he visto ―soltó Haldried con seriedad―, desde hace tiempo que lo he visto, por eso tengo que ir con Lord Elrond, el me dirá lo que pasara ―se abrazó asi misma ―, tu no. . . nunca lo haces ―colgó alrededor de su cuello la cadena donde llevaba el anillo―. Mañana partiremos hacia Rivendell, prepárate hay orcos sueltos por todos lados ―salió del cuarto dejando sola a Maika.

Pasaron las horas y Haldried seguía perdida en sus pensamientos, sentada en la banca de mármol fuera de la estancia de la sala donde se daban las «conferencias» a los súbditos para darles el itinerario del mes.

―Señorita ―se acerco una Hada.

―pedí que me dejaran en paz ―la miro con desprecio.

―su ―pronuncio nerviosa―, la.

―dilo de una vez ―empezaba a alterarse.

―¡LA REINA LA NECESITA EN SU RECAMARA! ―temblaba de arriba abajo, con la mirada en el suelo.

―puedes retirarte ―se levanto y comenzó a caminar hacia donde la necesitaban.