Hablemos de situaciones y sucesos
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Hablemos de situaciones y sucesos
Hablemos de situaciones y sucesos
Tomado de aquí y de mis apuntes de clases.
La idea del autor del artículo era que las obras de teatro no se analizaran en base a las divisiones de producción (escenas y actos), si no en base a las situaciones y sucesos. Si bien su teoría está basada en el género dramático es perfectamente posible estudiar narrativa en base a esos conceptos.
Para empezar, las definiciones básicas.
Entonces, tenemos que los sucesos se encargan de romper la situación previa. Son los sucesos los que ayudan a desarrollar la trama. Aunque una situación puede ser descrita en su desarrollo interno (o sea, todo lo que pasa en ese estado de las cosas: peleas, exámenes, etc.), hasta que no hay un suceso, la historia tiene una intensidad relativamente estable. El suceso lleva toda la historia a un nuevo nivel de intensidad emocional.
¿Todo bien hasta ahí?
El concepto de intensidad es muy importante para poder tener más claro lo que sigue.
Tres principios de relación entre situación y suceso
O sea, si algo va a romper una situación, debe tener sentido. Por ejemplo, que una pareja muy unida y amorosa termine por un sobrecito de azúcar, no se lo cree nadie. En cambio, si la pelea por el sobrecito de azúcar es la punta del iceberg de una relación conflictiva, es mucho más creíble. ¿Me explico?
Por ejemplo, un buen suceso sería que alguien se enterara de que sus padres no son sus padres biológicos. En el fondo, tiene que ser lo suficientemente diferente para que la situación que siga al suceso tenga mayor intensidad emocional.
A esto es a lo que me refiero cuando hablo de intensidad: intensidad emocional, los sucesos tienen que llevar a situaciones más tensas, más complicadas para los personajes, hasta llegar al clímax y la resolución. Una historia necesita que las situaciones sean progresivamente más intensas para los personajes. Es ideal no prolongar demasiado la situación inicial, ya que los lectores se aburrirán, aunque la cantidad de sucesos tampoco puede ser muy excesiva, ya que los lectores necesitan tener un momento para descansar (aunque claro, eso depende mucho de la historia). Esto no implicar que la progresión tenga que mantenerse constante a lo largo de la historia. Es perfectamente lícito otorgarles a los personajes un momento de calma antes de seguir con sus peripecias.
Por ejemplo, hacer que los personajes pasen una noche juntos antes de enfrentarse al villano. O que un estudiante salga con su mejor amigo antes del gran examen.
Un último detalle acerca de los sucesos es que estos se dividen en dos tipos: sucesos verbales y sucesos no verbales (o escénicos). Los primeros se refieren a un cambio en la situación provocada por algo que un personaje dice; los segundos, a un cambio provocado por algo que pasa o que un personaje hace.
Y finalmente, dos últimos conceptos que pueden serles de ayuda.
Espero que esto les sea útil, mis queridos; yo lo encontré fascinante.
Tomado de aquí y de mis apuntes de clases.
La idea del autor del artículo era que las obras de teatro no se analizaran en base a las divisiones de producción (escenas y actos), si no en base a las situaciones y sucesos. Si bien su teoría está basada en el género dramático es perfectamente posible estudiar narrativa en base a esos conceptos.
No tiene mucho sentido partir de una definición de estos términos, sino más bien de una adecuada comprensión de la importancia que tiene el verlos funcionando al interior de la estructura dramática de una pieza. Es mejor iniciar la búsqueda afirmando que, en esencia, toda obra teatral, toda situación dramática y toda posible progresión de la acción en un drama, consisten en la modificación de una situación dada por un suceso poderoso que la modifica. (Cerda, 2001)
Para empezar, las definiciones básicas.
Situación: es lo que está entre dos sucesos. Se trata del juicio que hacemos sobre el estado de las cosas. Es importante destacar que también tienen un desarrollo y variaciones internas, pero en sí, la situación no cambia demasiado. Por ejemplo, estar de novios es una situación, o estudiar una carrera. Dentro de ellas tenemos peleas, momentos tiernos, exámenes, trabajos, etc.
Suceso: Es algo que cambia la situación; algo que nos obliga a cambiar el nombre de la situación (también se la conoce como: plot point, peripecia, giro o twist. Es lo que “rompe” la situación. Descubrir una infidelidad o ser expulsado de la Universidad, son sucesos que cambian la situación.
Entonces, tenemos que los sucesos se encargan de romper la situación previa. Son los sucesos los que ayudan a desarrollar la trama. Aunque una situación puede ser descrita en su desarrollo interno (o sea, todo lo que pasa en ese estado de las cosas: peleas, exámenes, etc.), hasta que no hay un suceso, la historia tiene una intensidad relativamente estable. El suceso lleva toda la historia a un nuevo nivel de intensidad emocional.
¿Todo bien hasta ahí?
El concepto de intensidad es muy importante para poder tener más claro lo que sigue.
Tres principios de relación entre situación y suceso
Principio de umbral: (o de "equidad" según el texto) para pasar de una situación a otra, un suceso debe tener la fuerza suficiente para “romper” la primera situación. Si no hay fuerza suficiente, la situación sigue.
O sea, si algo va a romper una situación, debe tener sentido. Por ejemplo, que una pareja muy unida y amorosa termine por un sobrecito de azúcar, no se lo cree nadie. En cambio, si la pelea por el sobrecito de azúcar es la punta del iceberg de una relación conflictiva, es mucho más creíble. ¿Me explico?
Principio de contraste: (contradicción o antagonismo) para que un suceso rompa una situación, debe ser diferente a la situación.
Por ejemplo, un buen suceso sería que alguien se enterara de que sus padres no son sus padres biológicos. En el fondo, tiene que ser lo suficientemente diferente para que la situación que siga al suceso tenga mayor intensidad emocional.
Principio de progresión: los sucesos contribuyen a aumentar la “potencia” de las situaciones posteriores y a hacer que la trama avance.
A esto es a lo que me refiero cuando hablo de intensidad: intensidad emocional, los sucesos tienen que llevar a situaciones más tensas, más complicadas para los personajes, hasta llegar al clímax y la resolución. Una historia necesita que las situaciones sean progresivamente más intensas para los personajes. Es ideal no prolongar demasiado la situación inicial, ya que los lectores se aburrirán, aunque la cantidad de sucesos tampoco puede ser muy excesiva, ya que los lectores necesitan tener un momento para descansar (aunque claro, eso depende mucho de la historia). Esto no implicar que la progresión tenga que mantenerse constante a lo largo de la historia. Es perfectamente lícito otorgarles a los personajes un momento de calma antes de seguir con sus peripecias.
Por ejemplo, hacer que los personajes pasen una noche juntos antes de enfrentarse al villano. O que un estudiante salga con su mejor amigo antes del gran examen.
Un último detalle acerca de los sucesos es que estos se dividen en dos tipos: sucesos verbales y sucesos no verbales (o escénicos). Los primeros se refieren a un cambio en la situación provocada por algo que un personaje dice; los segundos, a un cambio provocado por algo que pasa o que un personaje hace.
Y finalmente, dos últimos conceptos que pueden serles de ayuda.
Falsos sucesos: parecen romper la situación, pero enmascaran el verdadero suceso.
Es el clásico ejemplo de la película de terror, en que los personajes escuchan un ruido y salen a investigar, encontrándose con un lindo gatito. Acto seguido, escuchan un grito en la casa y ven la silueta del asesino en serie asesinando a la porrista.
Situaciones extendidas: un suceso rompe la situación, pero los personajes “se hacen los tontos”. La extrañeza que esa reacción provoca es lo que motiva al lector a seguir leyendo.
En este caso se puede usar para el drama (una madre les dice a sus hijos que tiene cáncer terminal, pero lo siguiente que hace es preguntarles por sus tareas) o para la comedia (un personaje declara que su novio la ama y se casará con ella, cuando es evidente para los espectadores que él es gay o que tiene una amante).
Espero que esto les sea útil, mis queridos; yo lo encontré fascinante.
Muselina- Rastreador de Badfickers
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Re: Hablemos de situaciones y sucesos
¡Wow! Muy, muy interesante, Muselina. El tema de la trama nunca ha sido precisamente fácil para mí, pero esto me aclaró un poco las cosas Primero, porque es la base prácticamente. Si tenemos una situación entonces llega un suceso para cambiarlo todo y entonces se va desarrollando la trama, ¿no es cierto? El punto interesante -a mi parecer- es buscar el punto exacto donde escribir el suceso y mucho más el nivel de éste, que debe ser equivalente al problema; así todos los puntos (umbral, contraste y progresión) se relacionan.
Tuve que releer lo de situaciones extendidas ya que no me termina de quedar claro ( soy un poco lenta).
Pero, en fin, gracias por el aporte, me es de gran ayuda.
Tuve que releer lo de situaciones extendidas ya que no me termina de quedar claro ( soy un poco lenta).
Pero, en fin, gracias por el aporte, me es de gran ayuda.
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