Letal [RPF]
2 participantes
Página 1 de 1.
Letal [RPF]
Buen día, tarde o noche.
Bueno, desde hace mucho quise escribir sobre la temática Real People con los chicos de My Chemical Romance. Quisiera que me dieran su sincera opinión sobre este prefacio:
• Disclaimers: Los personajes involucrados en este relato no me pertenecen, ya que son personas reales. La trama es de mi pertenencia y no es utilizada con fines lucrativos. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
• Notas: La tanatología es una disciplina integral que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos, aplicando el método científico o técnicas forenses, tratando de resolver y enfrentar las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como son la medicina, la psicología, la antropología física, la religión y el derecho.
*
Espero ansiosamente sus críticas. Gracias :3
Bueno, desde hace mucho quise escribir sobre la temática Real People con los chicos de My Chemical Romance. Quisiera que me dieran su sincera opinión sobre este prefacio:
Letal
• Disclaimers: Los personajes involucrados en este relato no me pertenecen, ya que son personas reales. La trama es de mi pertenencia y no es utilizada con fines lucrativos. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
• Notas: La tanatología es una disciplina integral que estudia el fenómeno de la muerte en los seres humanos, aplicando el método científico o técnicas forenses, tratando de resolver y enfrentar las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como son la medicina, la psicología, la antropología física, la religión y el derecho.
Prefacio
*
*
“La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.”
Epicuro de Samos
*
Parecía que jamás terminaría aquella torrencial lluvia en el centro de la ciudad ucraniana de Kiev. El frío calaba los huesos, y amenazaba con arrancar el techo de las viviendas, y en el soberbio y antiquísimo hospital de la Prisión Preventiva de Kiev no era la excepción. Las paredes de piedra del que alguna vez fue un castillo de un monarca cuyo nombre se perdió ya en el tiempo, parecían poder soportar la fuerza con la que la lluvia caía, pero en el interior de aquel medieval inmueble ésta se oía como el rugido de una bestia herida. El hospital estaba a oscuras, exceptuando el área de emergencias y de algunas habitaciones de la sección de cuidados oncológicos.
En una de estas habitaciones, un hombre de largos cabellos cobrizos, extremadamente delgado, de tez blanca y ojos color gris le sonrió al doctor que se encontraba sentado a su lado en una pequeña silla al lado del lecho donde el enfermo descansaba. El doctor no podía entender el porqué de aquella sonrisa torcida. Sabía que el paciente era un enfermo terminal que de no ser por su cáncer; estaría en alguna celda.
Arqueó una de sus negras cejas. Colocó una mano frente a su barbilla y observó taciturno cómo el hombre se ahogaba en su propia risa. Como si se estuviera burlando de él.
—He visto la muerte de cerca. No sé porqué está aquí. ¿Para ponerme la inyección?— Musitó el hombre, tomando la roja corbata del médico.
Éste asintió. El hombre de cabello cobrizo le soltó para luego reír quedamente y agregó un “Apúrese.”
El doctor se levantó de su asiento y se sentó a su lado en la pequeña cama y mientras buscaba su vena con sus dedos índice y medio, levantó la mirada hacia el enfermo.
—¿Quién te hizo esas heridas?— Inquirió, al ver los hematomas en su brazo, mientras se volvía para buscar la jeringa y el pequeño contenedor de cloruro de potasio y otras sustancias en su bolso de cuero negro, el cual descansaba en la mesa de noche al lado del lecho.
—¿Importa ya? Él ya está contento. Me dejó tan jodido que por eso está usted aquí.
—¿Él? —El médico se quedó quieto, fijando sus ojos verdes en el hombre.
—Apúrese. Usted quería que no se alargara innecesariamente mi vida. Y está haciéndolo con esas preguntas.
*
Andriy Ivannovich Drahomanov. Veintidós años. Hospital de la Prisión Nacional de Kiev. Fecha de deceso: 14 de Julio del 2009. Hora de deceso: 23:15 horas.
Causa de muerte: Eutanasia. Inyección de tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.
Enfermedad: Cáncer Linfático.
Médico Encargado: Dr. Gerard Way.
—Dr. –Llamó una mujer con traje de enfermera al final del oscuro pasillo del hospital de la prisión. La mujer, alta, rubia de ojos azules; se compuso las gafas de forma cuadrada antes de encontrarse con el doctor sin preocuparse de encender las luces.
—Diga. –Contestó él, mientras se quitaba la bata y la colgaba en el perchero al inicio del pasillo.
—Antes de finalizar el certificado de defunción, se necesita una necropsia.
— ¿Por qué? Si ya se le informó a la familia que el recluso padecía un cáncer terminal. Están los estudios que lo confirman.
—El problema no es la familia, Dr. El director la necesita para el archivo.
Way resopló molesto. Tomó nuevamente la bata del perchero, y se la colocó sobre los hombros con pesadez. Apretó el entrecejo y extrajo del bolsillo de su camisa un par de gafas similares en forma a los de su compañera. Se las colocó y se dirigió al estacionamiento que se encontraba detrás del castillo.
—Iré a la morgue. Que preparen el cuerpo. –Ordenó antes de desaparecer por el pasillo, donde sólo se lograba escuchar el eco de sus pasos.
*
Se subió a su auto Ferrari 599 GTB Fiorano color rojo brillante, aún sumido en sus pensamientos. Él creyó que se trataba de un simple paciente, uno de esos que ya no soportarían un día más con una enfermedad terminal y que se les concedía la eutanasia. Las heridas en su brazo eran extrañas, pero no lo suficientes como para ser objeto de un estudio minucioso. Pero las últimas palabras del hombre lo intrigaron. Se acarició la mandíbula, mientras mantenía la vista fija en el camino.
Dirigió la mirada al espejo retrovisor y vio que le seguía el camión de carga color gris de la penitenciaría.
Supo que era el camión que transportaba el cuerpo de Andriy. Así que pisó el acelerador a fondo para llegar lo más rápido posible.
Cuando el alto y sombrío edificio de la morgue apareció frente a sus ojos, buscó rápidamente el estacionamiento que se hallaba frente aquel edificio de catorce niveles. Aparcó el auto, se acomodó los pliegues de su bata y se acomodó las gafas. Suspiró profundamente, se bajó del auto, puso el seguro a todas las puertas y a pasos lentos se adentró al edificio.
El cuerpo entró a la sala del piso número cuatro un cuarto de hora después. Esa sala era reservada para las necropsias de emergencia y Way ya se hallaba listo con todo el instrumental y esperando ansiosamente al cadáver.
Se colocó los guantes quirúrgicos cuando sus fornidos ayudantes colocaron sin mucho esfuerzo el esquelético cadáver sobre su mesa de trabajo.El doctor sonrió, y pidió a sus ayudantes que le dejaran solo. Se volvió para buscar un bisturí en la mesa donde descansaban todos sus instrumentos en una bandeja de aluminio. Tomó uno, y se dispuso a hacer un estudio general en el cuerpo de Andriy.
Hizo una revisión de sus órganos vitales. Su corazón, pulmones, cerebro…
Y cuando puso al descubierto la carne del estómago, la cual aún era cubierta por el pantaloncillo de plástico color verde del hospital, notó que había una herida reciente de una operación quirúrgica.
Way arrugó el entrecejo intrigado. No recordaba una operación reciente en su historial médico cuando tomó el caso de Andriy hace ya cuatro días, cuando el doctor de turno sufrió una apendicitis y tuvo que ser operado de emergencia. Resopló. El proceso de autorización de la eutanasia en Andriy fue largo y desgastante. A su criterio, la Penitenciaría no era su lugar. —Y de hecho, hubiera podido negarse, si el doctor de turno no fuese su amigo desde la Secundaria y le debiera algunos favores.— Observó más de cerca aquella sutura. Aún se hallaban los hilos, y la herida era reciente.
Con una gran rapidez, el doctor retiró los hilos de la sutura, y notó que estaban muy bien unidas y cosidas. Cualquiera no podría haber hecho semejante trabajo, que daba indicios de haber sido ejecutado exhaustivamente y con sumo cuidado.
Cuando hubo terminado, separó aquella carne que apenas comenzaba a sanar, y un pequeño brillo que se situaba entre las viseras logró sorprenderlo.
Se trataba de un cuchillo de cocina, colocado cuidadosamente entre el intestino delgado. Exactamente en la parte media del yeyuno. El curioso instrumento se hallaba en posición horizontal, con la punta dirigiéndose a una pequeña cápsula del tamaño de un dedo pulgar; recubierta de nylon. Amenazando con liberar su contenido al primer toque del objeto punzo cortante.
El doctor tomó las pinzas y retiró con cuidado el cuchillo y la cápsula, colocándolas en una bolsa plástica la cual enviaría posteriormente a la policía.
Curiosamente el filo del cuchillo no había tocado, ni siquiera rasguñado alguna parte del intestino del paciente, así que especuló que fue colocado cuando su enfermedad estuvo en la cúspide de su desarrollo. Cuando ingresó a la sala de cuidados oncológicos. Ya que el joven apenas si se levantaba de la cama para hacer sus necesidades fisiológicas.
Su cabeza le dolió a sobremanera.
“Cuando termine, no quiero volver a trabajar aquí.” Musitó, dispuesto enteramente a cumplir con aquella promesa tácita que se hizo a sí mismo aquella noche.
En una de estas habitaciones, un hombre de largos cabellos cobrizos, extremadamente delgado, de tez blanca y ojos color gris le sonrió al doctor que se encontraba sentado a su lado en una pequeña silla al lado del lecho donde el enfermo descansaba. El doctor no podía entender el porqué de aquella sonrisa torcida. Sabía que el paciente era un enfermo terminal que de no ser por su cáncer; estaría en alguna celda.
Arqueó una de sus negras cejas. Colocó una mano frente a su barbilla y observó taciturno cómo el hombre se ahogaba en su propia risa. Como si se estuviera burlando de él.
—He visto la muerte de cerca. No sé porqué está aquí. ¿Para ponerme la inyección?— Musitó el hombre, tomando la roja corbata del médico.
Éste asintió. El hombre de cabello cobrizo le soltó para luego reír quedamente y agregó un “Apúrese.”
El doctor se levantó de su asiento y se sentó a su lado en la pequeña cama y mientras buscaba su vena con sus dedos índice y medio, levantó la mirada hacia el enfermo.
—¿Quién te hizo esas heridas?— Inquirió, al ver los hematomas en su brazo, mientras se volvía para buscar la jeringa y el pequeño contenedor de cloruro de potasio y otras sustancias en su bolso de cuero negro, el cual descansaba en la mesa de noche al lado del lecho.
—¿Importa ya? Él ya está contento. Me dejó tan jodido que por eso está usted aquí.
—¿Él? —El médico se quedó quieto, fijando sus ojos verdes en el hombre.
—Apúrese. Usted quería que no se alargara innecesariamente mi vida. Y está haciéndolo con esas preguntas.
*
Andriy Ivannovich Drahomanov. Veintidós años. Hospital de la Prisión Nacional de Kiev. Fecha de deceso: 14 de Julio del 2009. Hora de deceso: 23:15 horas.
Causa de muerte: Eutanasia. Inyección de tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.
Enfermedad: Cáncer Linfático.
Médico Encargado: Dr. Gerard Way.
—Dr. –Llamó una mujer con traje de enfermera al final del oscuro pasillo del hospital de la prisión. La mujer, alta, rubia de ojos azules; se compuso las gafas de forma cuadrada antes de encontrarse con el doctor sin preocuparse de encender las luces.
—Diga. –Contestó él, mientras se quitaba la bata y la colgaba en el perchero al inicio del pasillo.
—Antes de finalizar el certificado de defunción, se necesita una necropsia.
— ¿Por qué? Si ya se le informó a la familia que el recluso padecía un cáncer terminal. Están los estudios que lo confirman.
—El problema no es la familia, Dr. El director la necesita para el archivo.
Way resopló molesto. Tomó nuevamente la bata del perchero, y se la colocó sobre los hombros con pesadez. Apretó el entrecejo y extrajo del bolsillo de su camisa un par de gafas similares en forma a los de su compañera. Se las colocó y se dirigió al estacionamiento que se encontraba detrás del castillo.
—Iré a la morgue. Que preparen el cuerpo. –Ordenó antes de desaparecer por el pasillo, donde sólo se lograba escuchar el eco de sus pasos.
*
Se subió a su auto Ferrari 599 GTB Fiorano color rojo brillante, aún sumido en sus pensamientos. Él creyó que se trataba de un simple paciente, uno de esos que ya no soportarían un día más con una enfermedad terminal y que se les concedía la eutanasia. Las heridas en su brazo eran extrañas, pero no lo suficientes como para ser objeto de un estudio minucioso. Pero las últimas palabras del hombre lo intrigaron. Se acarició la mandíbula, mientras mantenía la vista fija en el camino.
Dirigió la mirada al espejo retrovisor y vio que le seguía el camión de carga color gris de la penitenciaría.
Supo que era el camión que transportaba el cuerpo de Andriy. Así que pisó el acelerador a fondo para llegar lo más rápido posible.
Cuando el alto y sombrío edificio de la morgue apareció frente a sus ojos, buscó rápidamente el estacionamiento que se hallaba frente aquel edificio de catorce niveles. Aparcó el auto, se acomodó los pliegues de su bata y se acomodó las gafas. Suspiró profundamente, se bajó del auto, puso el seguro a todas las puertas y a pasos lentos se adentró al edificio.
El cuerpo entró a la sala del piso número cuatro un cuarto de hora después. Esa sala era reservada para las necropsias de emergencia y Way ya se hallaba listo con todo el instrumental y esperando ansiosamente al cadáver.
Se colocó los guantes quirúrgicos cuando sus fornidos ayudantes colocaron sin mucho esfuerzo el esquelético cadáver sobre su mesa de trabajo.El doctor sonrió, y pidió a sus ayudantes que le dejaran solo. Se volvió para buscar un bisturí en la mesa donde descansaban todos sus instrumentos en una bandeja de aluminio. Tomó uno, y se dispuso a hacer un estudio general en el cuerpo de Andriy.
Hizo una revisión de sus órganos vitales. Su corazón, pulmones, cerebro…
Y cuando puso al descubierto la carne del estómago, la cual aún era cubierta por el pantaloncillo de plástico color verde del hospital, notó que había una herida reciente de una operación quirúrgica.
Way arrugó el entrecejo intrigado. No recordaba una operación reciente en su historial médico cuando tomó el caso de Andriy hace ya cuatro días, cuando el doctor de turno sufrió una apendicitis y tuvo que ser operado de emergencia. Resopló. El proceso de autorización de la eutanasia en Andriy fue largo y desgastante. A su criterio, la Penitenciaría no era su lugar. —Y de hecho, hubiera podido negarse, si el doctor de turno no fuese su amigo desde la Secundaria y le debiera algunos favores.— Observó más de cerca aquella sutura. Aún se hallaban los hilos, y la herida era reciente.
Con una gran rapidez, el doctor retiró los hilos de la sutura, y notó que estaban muy bien unidas y cosidas. Cualquiera no podría haber hecho semejante trabajo, que daba indicios de haber sido ejecutado exhaustivamente y con sumo cuidado.
Cuando hubo terminado, separó aquella carne que apenas comenzaba a sanar, y un pequeño brillo que se situaba entre las viseras logró sorprenderlo.
Se trataba de un cuchillo de cocina, colocado cuidadosamente entre el intestino delgado. Exactamente en la parte media del yeyuno. El curioso instrumento se hallaba en posición horizontal, con la punta dirigiéndose a una pequeña cápsula del tamaño de un dedo pulgar; recubierta de nylon. Amenazando con liberar su contenido al primer toque del objeto punzo cortante.
El doctor tomó las pinzas y retiró con cuidado el cuchillo y la cápsula, colocándolas en una bolsa plástica la cual enviaría posteriormente a la policía.
Curiosamente el filo del cuchillo no había tocado, ni siquiera rasguñado alguna parte del intestino del paciente, así que especuló que fue colocado cuando su enfermedad estuvo en la cúspide de su desarrollo. Cuando ingresó a la sala de cuidados oncológicos. Ya que el joven apenas si se levantaba de la cama para hacer sus necesidades fisiológicas.
Su cabeza le dolió a sobremanera.
“Cuando termine, no quiero volver a trabajar aquí.” Musitó, dispuesto enteramente a cumplir con aquella promesa tácita que se hizo a sí mismo aquella noche.
Espero ansiosamente sus críticas. Gracias :3
Poison Girl-
Mensajes : 5
Edad : 31
Localización : En algún rincón de mi habitación.
Fecha de inscripción : 29/09/2011
Re: Letal [RPF]
Una observación antes de comenzar: La cantidad de espacios en el escrito hace que sea muy difícil de leer.
El principio me parece cacofónico y repetitivo, amén de una puntuación algo mal colocada. Las comas sirven para marcar pausas pero no hay pausas nada más porque sí, debes mantener las oraciones juntas si utilizas la conjunción "y". Yo lo cambiaría así: "Parecía que jamás terminaría aquella torrencial lluvia en el centro de la ciudad ucraniana. El frío calaba los huesos y amenazaba con arrancar el techo de las viviendas. El soberbio y antiquísimo hospital de la Prisión Preventiva de Kiev no era la excepción a aquella temperatura helada"
En general, tienes MUCHAS comas mal colocadas, un beta te sería de mucha ayuda; pero si no lo consigues te doy un consejo: procura no hacer las oraciones tan largas, por ejemplo, en la siguiente oración:
Pfff... ¡¡¿¿TODO ESO ES UNA ORACIÓN??!! Analicémosla detenidamente:
Sujeto: Las paredes de piedra del que alguna vez fue un castillo de un monarca cuyo nombre se perdió ya en el tiempo.
Lo que sucede es que colocas demasiados modificadores al sustantivo. ¿Sobre quién cae la acción? Sobre las paredes, si le agregas TODO lo demás, lo haces muy pesado y se pierde el sentido. Podrías separar todo esto en oraciones más pequeñas para que haya una narración más suave.
Verbo: parecían poder soportar
Obviamente, el verbo ÚNICAMENTE es "parecían" los modificadores del verbo son demasiado cacofónicos, habría que simplificarlo. Además, has colocado una coma; si le pones la coma separas al sujeto de su verbo y "cortas" la oración.
Complemento: la fuerza con la que la lluvia caía
El sujeto es muy largo, el complemento es muy corto; lo recomendable es que la oración esté equilibrada a ambos lados del verbo.
Dos cosas: 1. El espacio está mal, debe ir después del signo de interrogación, 2. "musitó" debe estar con minúscula y pegado al guión largo (lo mismo te sucede con "inquirió" más adelante y un "llamó").
Recuerda: los verbos de comunicación son parte de la oración y deben estar en minúscula en los diálogos.
Te sucede muchas veces: no separas bien los párrafos. Los párrafos contienen ideas similares por ejemplo:
Si tú separas ambos párrafos, la palabra "éste" pierde sentido porque debe ir inmediatamente después del sustantivo que está sustituyendo.
En una nota aparte: el punto debe ir DESPUÉS de las comillas porque estás terminando toda la oración no sólo lo que está entre esas comillas.
Detalles técnicos:
Resúmelo a "Fecha y hora del deceso"; debe ir un "el" (del) porque no estás hablando de algo que pertenezca a alguien (es decir, un sustantivo específico), sino de algo que pertenece a algo (un sustantivo general); para convertirlo en un sustantivo específico (el deceso de Andriy y de nadie más) debes agregarle el artículo.
¡Me quiero volver chango! De preferencia no se utilizan las contracciones porque no sabemos cómo leerlas (en el párrafo anterior no importa por el estilo de narración). ¿Se supone que debo leer: "doctor"? Si es así, ¿por qué no lo colocas completo? Tal vez debo leer "de erre punto"...
Me quedo aquí pero espera una explicación del por qué no debe ir el punto y coma en ese mismo párrafo (mi vida me va a secuestrar en cinco minutos).
Volveré.
Es una amenaza .
Parecía que jamás terminaría aquella torrencial lluvia en el centro de la ciudad ucraniana de Kiev. El frío calaba los huesos, y amenazaba con arrancar el techo de las viviendas, y en el soberbio y antiquísimo hospital de la Prisión Preventiva de Kiev no era la excepción.
El principio me parece cacofónico y repetitivo, amén de una puntuación algo mal colocada. Las comas sirven para marcar pausas pero no hay pausas nada más porque sí, debes mantener las oraciones juntas si utilizas la conjunción "y". Yo lo cambiaría así: "Parecía que jamás terminaría aquella torrencial lluvia en el centro de la ciudad ucraniana. El frío calaba los huesos y amenazaba con arrancar el techo de las viviendas. El soberbio y antiquísimo hospital de la Prisión Preventiva de Kiev no era la excepción a aquella temperatura helada"
En general, tienes MUCHAS comas mal colocadas, un beta te sería de mucha ayuda; pero si no lo consigues te doy un consejo: procura no hacer las oraciones tan largas, por ejemplo, en la siguiente oración:
Las paredes de piedra del que alguna vez fue un castillo de un monarca cuyo nombre se perdió ya en el tiempo, parecían poder soportar la fuerza con la que la lluvia caía
Pfff... ¡¡¿¿TODO ESO ES UNA ORACIÓN??!! Analicémosla detenidamente:
Sujeto: Las paredes de piedra del que alguna vez fue un castillo de un monarca cuyo nombre se perdió ya en el tiempo.
Lo que sucede es que colocas demasiados modificadores al sustantivo. ¿Sobre quién cae la acción? Sobre las paredes, si le agregas TODO lo demás, lo haces muy pesado y se pierde el sentido. Podrías separar todo esto en oraciones más pequeñas para que haya una narración más suave.
Verbo: parecían poder soportar
Obviamente, el verbo ÚNICAMENTE es "parecían" los modificadores del verbo son demasiado cacofónicos, habría que simplificarlo. Además, has colocado una coma; si le pones la coma separas al sujeto de su verbo y "cortas" la oración.
Complemento: la fuerza con la que la lluvia caía
El sujeto es muy largo, el complemento es muy corto; lo recomendable es que la oración esté equilibrada a ambos lados del verbo.
¿Para ponerme la inyección?— Musitó
Dos cosas: 1. El espacio está mal, debe ir después del signo de interrogación, 2. "musitó" debe estar con minúscula y pegado al guión largo (lo mismo te sucede con "inquirió" más adelante y un "llamó").
Recuerda: los verbos de comunicación son parte de la oración y deben estar en minúscula en los diálogos.
Te sucede muchas veces: no separas bien los párrafos. Los párrafos contienen ideas similares por ejemplo:
—He visto la muerte de cerca. No sé porqué está aquí. ¿Para ponerme la inyección?— Musitó el hombre, tomando la roja corbata del médico.
Éste asintió. El hombre de cabello cobrizo le soltó para luego reír quedamente y agregó un “Apúrese.”
Si tú separas ambos párrafos, la palabra "éste" pierde sentido porque debe ir inmediatamente después del sustantivo que está sustituyendo.
En una nota aparte: el punto debe ir DESPUÉS de las comillas porque estás terminando toda la oración no sólo lo que está entre esas comillas.
Detalles técnicos:
Fecha de deceso: 14 de Julio del 2009. Hora de deceso: 23:15 horas.
Resúmelo a "Fecha y hora del deceso"; debe ir un "el" (del) porque no estás hablando de algo que pertenezca a alguien (es decir, un sustantivo específico), sino de algo que pertenece a algo (un sustantivo general); para convertirlo en un sustantivo específico (el deceso de Andriy y de nadie más) debes agregarle el artículo.
—Dr. –Llamó
¡Me quiero volver chango! De preferencia no se utilizan las contracciones porque no sabemos cómo leerlas (en el párrafo anterior no importa por el estilo de narración). ¿Se supone que debo leer: "doctor"? Si es así, ¿por qué no lo colocas completo? Tal vez debo leer "de erre punto"...
Me quedo aquí pero espera una explicación del por qué no debe ir el punto y coma en ese mismo párrafo (mi vida me va a secuestrar en cinco minutos).
Volveré.
Es una amenaza .
Re: Letal [RPF]
Oh, muchas gracias Good_Luck!
Leeré al respecto (de hecho, debo admitir que las comas se me dificultan un poco, al igual que el punto y coma) y editaré el prefacio.
¿Estaría bien si posteo el prefacio ya corregido como una respuesta? Para ver si me mejorado, o hay algo más que corregir D:
Leeré al respecto (de hecho, debo admitir que las comas se me dificultan un poco, al igual que el punto y coma) y editaré el prefacio.
¿Estaría bien si posteo el prefacio ya corregido como una respuesta? Para ver si me mejorado, o hay algo más que corregir D:
Poison Girl-
Mensajes : 5
Edad : 31
Localización : En algún rincón de mi habitación.
Fecha de inscripción : 29/09/2011
Re: Letal [RPF]
De hecho, linda, sería mejor que lo editaras en el primer post.
¡Estaré esperando! ^^.
¡Estaré esperando! ^^.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.