Nejiten (Naruto)

Un color algo más pálido de lo habitual reinaba en su rostro. Le habían dicho que tenía que casarse, pero hasta el momento no sabía quién.

- ¿N-neji-nii-san...? -Preguntó una ya casi adulta Hinata, en un susurro, que fue todo lo que le permitió alzar la voz la sorpresa que le había provocado la noticia-.

Acto seguido, un tono rojo invadió, fulminante, cada rincón de sus mejillas. No sólo tenía que casarse, además tenía que hacerlo con su primo, que le había odiado gran parte de su infancia. Ahora las cosas estaban mucho más tranquilas, pero ella aún sentía miradas de rechazo entre sus habituales y fríos gestos con ella. Quería negarse, pero ninguna palabra más salió de su boca esa tarde.

En la misma casa, Neji también recibía la noticia. No obtuvieron reacción alguna de él. Esperado de un miembro de la familia secundaria.

Un par de días después Tenten se encontraba fregando el suelo de su casa, con la música a todo trapo* y utilizando el mocho** de micrófono. Sonaba Don't stop me now, de Queen. Menudo momento había elegido Naruto, su compañero de piso desde hacía unos cuantos años, para abrir la puerta sin hacer ruido, llegar hasta el equipo de música y desconectarlo, dejando a la castaña cantando a capella.

La misma que se giró, toda sonrojada, a ver quién reía de su técnica vocal -no brillante, pero sí algo envidiable- y lanzar el cubo de agua al rubio, que reía con ganas, incluso después del chapuzón. Por suerte, la kunoichi tenía muy buena puntería gracias a su estilo de combate, por lo que ni una gota tocó el reproductor.

- ¡Has pisado el suelo mojado, tonto! -Regañó, casi riendo también por culpa de la situación que se presentaba ante ella. Naruto había quedado con la cabeza metida en el cubo, y sus carcajadas se oían amortiguadas y con algo de eco-.

Mientras Naruto iba a ducharse, Tenten arreglaba el estropicio que ella misma había provocado. Por motivos de conveniencia, acabaron viviendo juntos y en todo ese tiempo se había formado una amistad muy fuerte. Pero no era más que eso, amistad, porque ambos tenían alguien a quien mirar con otros ojos. Tenten suspiró, eso le había recordado que, por vía de su mejor amigo, se había enterado de que Hinata iba a casarse por obligación. Lo primero que hizo fue pensar en que ambos (Hinata y Naruto) debían negarse, pues llevaban saliendo casi 2 años -en casi completo secreto, sólo ella lo sabía.

La puerta del baño se abrió y, de reojo, la ojimarrón pudo ver a Naruto saliendo de la ducha, completamente vestido -malpensados.

- Tenten -le llamó, algo indeciso- Recuerdas lo de la boda, ¿no? -Preguntó, para introducir el tema- Ya sé quién es el pretendiente -dijo mientras se acercaba al sofá y se sentaba, apoyando los brazos en sus piernas.

La chica dejó lo que estaba haciendo y se sentó junto a él, frunciendo un poco el ceño, mirando el perfil del rubio, que miraba la nada frente a él. No le vio intención de continuar la frase, extraño en él, pues pocas veces se contenía al contar las cosas. Tenten puso una mano en el hombro de su amigo y le animó, sonriendo un poco.

- Bueno... seguro que si Hinata y tú os oponéis, dejarán la idea. A fin de cuentas, eres un chuunin más que respetable -comentó, pues lo único que importaba al clan Hyuuga, y sobretodo a la familia principal, era el estatus de la persona dentro de la villa-.

- No, Tenten, no se echarán atrás. Ni aunque los tres lo intentemos -Se llevó una mano a la cara, tapándola con ella, suspirando-.

- ¡Vamos, no seas pesimista! -Regañó con tono ligero, dándose cuenta de que una nueva mala noticia iba en camino, aunque era peor de lo que podía imaginar-.

- Se va a casar con Neji, y él ha aceptado sin rechistar -Confesó, por fin, el chico, apesadumbrado. Sí, la persona que Tenten pensaba era su gran amor, era Neji-.

La chica alzó las cejas por la sorpresa durante un segundo, después cerró los ojos y respiró hondo, intentando asimilarlo. Sí, Neji era ese tipo de persona que aceptaría una orden así sin ningún problema. Aquello era ya un doble problema. Cuando abrió los ojos, el rubio le miraba interrogante.

- ... ¿Qué? -Tras unos segundos de silencio-.

- Deberías hablar con él.

- No -saltó como un resorte, también literalmente- ya hemos tenido esta conversación antes, y sabes, y yo también sé, cómo terminaría una confesión -dijo ya al otro lado de la sala-.

- No, no lo sabes. Simplemente te dedicas a esquivar el tema, y también a él. Está en tu equipo, no podrás evitarlo toda la vida -dijo el tono severo oyendo la puerta de la calle cerrarse al terminar la frase. El rubió volvió a suspirar y encendió la tele-.

Tenten caminó por la villa, sin pensar a dónde ir. Terminó sentándose en un banco, a la sombra de un árbol, de camino a la Academia. Hacía tiempo que no pasaba por allí. Sonrió, aquella zona le traía recuerdos. Al parecer, ese día todo era recordar. Hasta recordó la oscura melena que cubría los hombros del Hyuuga mientras éste caminaba entre los árboles.

Espera, no. Eso no había sido un recuerdo. Realmente lo había visto. Se levantó y le llamó, levantando la mano a modo de saludo y sonriendo. Si había algo más aparte de las armas que se le daba bien, era disimular. El chico se dio la vuelta, y, reconociéndole, andó hasta ella.

- ¿Qué haces por aquí? Creía que tenías entrenamiento con tu tío. ¿O lo habéis pospuesto? -Mientras hablaba, sentía que, como todas las otras veces todas las otras veces que estaba con él, tenía la necesidad de decirle que le amaba, que quería estar con él- ¿Y bien?

- Hiashi-sama está ocupado hoy -contestó-.

- No quiero que te cases -salió disparado de sus labios. Lo había relacionado directamente con el asunto del matrimonio, y no había podido aguantarse. Neji le miró, sorprendido, por su negativa hacia un asunto del que supuestamente no se sabía nada fuera del clan-.

- ¿Cómo sabes...? -Se quedó a mitad de preguntar, pues Tenten volvió a hablar-.

- Naruto. Me lo dijo Naruto. Hinata se lo dijo a él, y él a mí. Están saliendo desde hace tiempo -la chica empezó a contar cosas, una detrás de otra-. Naruto no quiere sacar a la luz lo suyo con Hinata, porque será rechazado y se verá obligado a alejarse de ella, y lo único que quiere es estar a su lado, porque no sabes cómo le quiere -Se detuvo un momento. Por un momento, dudó de si lo que iba a decir tendría buen resultado. Unas lágrimas afloraron en sus ojos, que cerró y dirigió al suelo-. Y no sabes cómo te quiero, Neji, y parece que no te das cuenta -alzó un puño y, casi sin fuerza, le pegó en el pecho- 'Por favor...' -pidió, por último. No había resistido más. La informacion recién adquirida había sido el detonante de sus sentimientos-.

- Lo de Naruto y Hinata no venía a cuento -Puntualizó el Hyuuga, cogiendo la muñeca de la chica con cuidado y apartándola de él- y el golpe tampoco -soltó su mano mientras con la otra le hacía mirarle, aunque ella seguía con los ojos cerrados-. Tonta chica-kunai -dijo, como lo hacía últimamente. Lo que no hacía últimamente fue lo que hizo después, algo que sorprendió a la kunoichi-.

Sí, eso exactamente. Neji besó a Tenten. Unos segundos despues se separó y siguió hablando- Ni siquiera me has dejado decírtelo. Hiashi-sama está ocupado intentando calmar al consejo del clan. Tanto yo como Hinata-sama nos hemos negado esta mañana.

Tenten, que aún seguía en su mundo por culpa del beso, escuchó todo sin pestañear. Lo peor de todo, era que Naruto tenía razón. No había terminado tan mal como ella creía. Y, por supuesto, estaría dispuesta a luchar todo lo que hiciera falta por él y por Hinata, pero, sobretodo, por Neji.